Isabel II, obligada a ceder el control de sus finanzas al Gobierno

De acuerdo con un memorándum secreto firmado en 2006, al que ahora ha tenido acceso “ The Independent ”, “en el caso de irreconciliables diferencias” entre ambas partes, será el ministro de Cultura, de quien dependen las asignaciones para el mantenimiento de los palacios y el pago de sus empleados, quien tenga la última palabra sobre las partidas y su particular gasto.

De momento, el Gobierno no ha hecho aún valer esa prerrogativa y para 2010 consensuó con la Reina la entrega de 45 millones de euros, un 7,9% menos que en el ejercicio anterior . En realidad Isabel II lleva tiempo apretándose el cinturón . La cantidad de 9,3 millones de euros que la Reina recibe anualmente para pagar sus gastos y los sueldos de sus 1.200 empleados ha estado congelada en las últimas dos décadas , lo que en términos reales supone una reducción del 12,2%.

La Familia Real espera que cuando se supere la actual crisis económica sea posible un incremento de las asignaciones, pero la cesión hecha sobre el control último del detalle de las partidas deja a los secretarios de la Reina en una posición de debilidad en las negociaciones. Para compensar su menor poder adquisitivo, Isabel II echa mano cada vez más de unos fondos de reservas, constituidos por superávits de los años 90, pero éstos se quedarán agotados en 2012.

El Gobierno anunció además en junio que a partir de ahora se auditarán los gastos de la Reina como los de otras instuticiones del Estado. Hasta ahora, la asignación de Isabel II la revisaba un equipo de diez personas de prestigio que publicaba un breve informe cada diez años. Ahora será la Oficina Auditora Nacional que se encargará de ello.