Investigan por posible colaboración con Rusia a dos altos funcionarios del Ministerio de Economía y Clima de Alemania

La Oficina para la Protección de la Constitución ha encontrado hasta el momento ciertas anomalías biográficas en el curriculum de los funcionarios, en un caso un viaje de estudios a Rusia. Se ha estado haciendo un seguimiento de los movimientos de los viajes y se ha verificado si los vuelos eran exclusivamente por motivos comerciales o si había desvíos sospechosos. También se han investigado sus amistades privadas y relaciones personales con ciudadanos rusos. El informe habla de una «cercanía emocional a Rusia», pero no parece haber por el momento pruebas sólidas de que en realidad se tratara de uno o más espías. El Ministerio Federal de Economía y Clima no ha querido comentar el caso, pero una portavoz ha señalado que el ministro «ha estado en estrecho contacto con la Oficina Federal para la Protección de la Constitución desde el inicio», ya que es claro que el trabajo del ministerio «está en un foco especial»

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En las actuales circunstancias geopolíticas. «Siempre hacemos un seguimiento de toda la información relacionada con la seguridad en estrecha coordinación con la Oficina Federal para la Protección de la Constitución e implementamos de inmediato los pasos necesarios si surge cualquier duda, también en coordinación con la Oficina para la Protección de la Constitución», ha dicho la portavoz.

El escándalo llega en un momento delicado para el ministro Habeck, que ha autorizado a las empresas suministradoras de gas la repercusión en la factura al cliente final, tanto a familias como a empresas, de los sobrecostes que lastran en estos momentos la compra de gas en los mercados internacionales, de manera que la factura de un hogar subirá a partir de octubre hasta varios cientos de euros al mes. Las protestas han sido tantas que Habeck se ha visto obligado a reformar su propio proyecto antes incluso de que entre en vigor. El líder de la oposición conservadora, Friedrich Merz, exigió que se le retire a Habeck la competencia sobre el mercado energético y que la asuma directamente la cancillería, por considerar que no está capacitado para decidir sobre una cuestión de importancia geoestratégica. «La política energética debería pertenecer a un Consejo de Seguridad Energética y depender de la Cancillería Federal. Ahí está debidamente coordinado, también con los demás departamentos», propuso. Habeck ha sido criticado por la asignación de gas planificada. La prensa está siendo mucho más cruel con él y algunos articulistas critican que se deje una cuestión tan delicada en manos de un «autor de libros infantiles», en referencia a la serie de libros para niños que ha publicado. Tras la publicación de ‘Die Zeit’, en el contexto de unas declaraciones en las que valoraba los efectos del nuevo corte de suministro del gasoducto Nord Stream 1, que en teoría permanecerá otros tres días sin funcionar por unas tareas de mantenimiento difíciles de justificar por parte de la rusa Gazprom, Habeck se esforzó ayer por distanciarse de la energía rusa y aseguró que «los tiempos del suministro de gas barato ruso no volverán a corto plazo y es posible incluso que no vuelvan jamás». Pero el hecho de que desde su departamento se haya seguido comprando gas ruso desde el inicio de la invasión, por cantidades de dinero incluso superiores que sus funcionarios han achacado a la inflación. queda ahora bajo sospecha.

El contraespionaje alemán es consciente de que los espías de Putin llevan años intentando infiltrarse en la administración. El servicio de Inteligencia exterior ruso SWR tiene desplegados alrededor de 3.000 agentes en Alemania y el servicio de inteligencia militar GRU otros 1.000, muchos de ellos disfrazados de diplomáticos. Además circulan hasta 70 de los denominados «ilegales», es decir, espías que operan bajo elaboradas identidades de camuflaje.