Un exjugador de fútbol americano irrumpe en un rascacielos de Manhattan y mata a cuatro personas

El ataque se produjo a última hora de la tarde en una zona de alto tránsito que alberga sedes de empresas financieras, consulados y organizaciones como la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).

El agresor es un ex jugador de fútbol americano. Identificado como Shane Tamura, de 27 años y residente en Las Vegas, llegó al lugar en un BMW que dejó mal estacionado. Las cámaras de seguridad captaron cómo salió del vehículo portando un fusil M4, caminó hacia el vestíbulo y abrió fuego sin mediar palabra.

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David Alandete

Shane Tamura mató a cuatro personas en el edificio que alberga la sede de la liga, donde afirmó sufrir CTE, la enfermedad asociada a golpes en la cabeza en el fútbol americano. Había sido internado por salud mental, tenía un arsenal en el coche y actuó solo

El fusil M4, visible en las imágenes que lo muestran entrando en el edificio, es un arma de asalto de uso militar, derivada del M16, ampliamente utilizada por las fuerzas armadas y cuerpos policiales de Estados Unidos.

La primera víctima fue el agente Didarul Islam, de 36 años, que se encontraba prestando servicio de seguridad privada dentro del edificio. Islam, inmigrante de origen bangladesí, llevaba tres años y medio en el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), estaba casado y era padre de dos hijos, con un tercero en camino.

«Murió como vivió: como un héroe», afirmó la comisaria Jessica Tisch en una comparecencia ante la prensa. En Estados Unidos es habitual que los agentes de policía realicen turnos adicionales como personal de seguridad privada en edificios y comercios.

Tras disparar al oficial, Tamura abatió a una mujer que intentaba esconderse y disparó una ráfaga en el vestíbulo, donde también resultaron heridos un guardia de seguridad y otro empleado del edificio. Luego accedió al ascensor y subió al piso 33, donde se encontraba una empresa de gestión inmobiliaria.

Allí asesinó a otra persona y, finalmente, se quitó la vida con un disparo, según el relato policial. Así, logró dejar un coche mal estacionado, entrar en un edificio y subir hasta la planta 33 sin impedimento alguno.

El edificio, ubicado entre la calle 52 y Park Avenue, está a pocas manzanas de la catedral de San Patricio y de la estación Grand Central. Alberga oficinas de empresas como Blackstone y el consulado general de Irlanda. Algunos medios informaron inicialmente que allí se encontraban también las sedes de Deutsche Bank y JPMorgan, pero estas entidades aclararon que ya no operan en ese inmueble.

El Departamento de Bomberos recibió la primera alerta a las 18:30. A esa hora, el edificio estaba lleno de trabajadores y visitantes. Varios testigos relataron escenas de pánico a las cadenas de televisión local.

La policía halló en el vehículo del atacante un pequeño arsenal: un maletín para armas, una pistola, cargadores y munición adicional. Según la comisaria Tisch, Tamura tenía antecedentes de problemas de salud mental, aunque no se ha determinado todavía el motivo específico por el cual eligió ese edificio. «Estamos intentando comprender por qué apuntó a este lugar en concreto», dijo.

Las autoridades no han descartado ninguna hipótesis, aunque por ahora no hay indicios de vínculos con el crimen organizado ni con el terrorismo.

El alcalde Eric Adams, presente en la escena, confirmó que otra de las víctimas se encontraba en estado crítico y que los investigadores siguen tratando de reconstruir los hechos. «Cinco personas inocentes fueron alcanzadas por los disparos, además del autor», declaró.

La zona fue acordonada durante horas. Varias estaciones de metro fueron cerradas temporalmente y la circulación se desvió por calles paralelas, lo que generó importantes retrasos en la hora punta.

La policía confirmó que en el edificio había al menos dos agentes trabajando en turnos de seguridad privada contratados por empresas.

El suceso se produce en un contexto en que Nueva York registra una de las tasas más bajas de homicidios por arma de fuego en décadas. Sin embargo, el caso ha reabierto el debate sobre la facilidad de acceso a armas semiautomáticas y la seguridad en zonas corporativas de alto perfil.

Agentes de la oficina del FBI en Nueva York acudieron al lugar del tiroteo para apoyar a las autoridades locales, según confirmó el subdirector del buró, Dan Bongino. La gobernadora Kathy Hochul escribió en la red social X que había sido informada de la situación y pidió a la población evitar la zona de la calle 52, entre Park Avenue y la Tercera Avenida, mientras continuaban las labores policiales.

Según informó el New York Post, Shane Tamura había trabajado recientemente como guardia de seguridad en un casino de Las Vegas. El medio accedió además a una fotografía de su licencia de armas, emitida en esa ciudad y válida hasta 2027. «Masacre en hora punta», tituló el diario en su portada.

Durante el tiroteo, imágenes publicadas en X muestran a empleados de la firma Blackstone en estado de pánico, apilando sofás y otros muebles frente a la entrada de una oficina en un intento de bloquear el paso del atacante. Otra imagen lo muestra ya abatido junto a unos escritorios.