Hamás utilizó a 20.000 trabajadores de Gaza en Israel para preparar la guerra

La Inteligencia hebrea admite que el movimiento que manda en la Franja le engañó con sus promesas de paz

'Operación Al- Aqsa': el plan de Hamás para lograr la «gran victoria»

Es pronto quizá para que rueden cabezas en los servicios de Inteligencia de Israel, pero a medida que transcurre la guerra en Gaza se confirma la tesis de que el movimiento islamista Hamás es mucho más listo de lo que se pensaba, y de ... que al 'legendario espionaje hebreo' le va muy grande el epíteto.

Un informe publicado por 'The Washington Post', con el relato de tres oficiales de Inteligencia que pidieron el anonimato -dos israelíes y uno norteamericano- coinciden en que los planes del ataque a Israel desde la Franja que se ejecutaron el 7 de octubre llevaron mucho tiempo de elaboración, y que en ellos fue clave la presencia en Israel de miles de trabajadores de Gaza. Así lo demostraría una documentación hallada tras el contraataque, perteneciente a una de las células yihadistas que entraron en Israel.

Como consecuencia de la actitud «pacífica y colaboradora» mostrada durante años por las autoridades de Hamás, que mandan en la Franja desde 2007, el Gobierno de Israel aumentó en los últimos tiempos la cuota de residentes de Gaza con permiso para entrar y trabajar en Israel. En vísperas del ataque, ese flujo diario se estimaba en unos 20.000. La información que muchos dieron del posicionamiento de las bases militares a lo largo de la frontera con la Franja, y de la disposición de los kibutz -las granjas hebreas- donde muchos trabajaban, fue clave para el ataque relámpago, en el que 1.200 israelíes fueron cruelmente asesinados.

Ataques más prolongados

Según la información encontrada, los planes de Hamás preveían ataques más prolongados y en varias ciudades de Israel, y llegar incluso a Cisjordania, el territorio ocupado administrado por la Autoridad Nacional Palestina de Mahmud Abás.

Las fuentes de Inteligencia admitieron al Post que durante los últimos años todas las señales procedentes de la Administración de Hamás destacaban su interés en abandonar la vía de la violencia, y centrarse en los planes de desarrollo económico y social de la Franja, donde viven poco más de dos millones de palestinos. Esa actitud llevó a Tel Aviv a bajar la guardia, y a centrar el interés del espionaje en Cisjordania, donde en los últimos meses fueron abortados varios intentos para introducir arsenales en gran escala procedentes de países árabes.

Un brote de violencia en la Franja en mayo de 2021 concluyó con un acuerdo entre Hamás e Israel, al que se atuvo el movimiento islamista radical; la subsecuente estela de choques solo tuvo por protagonista a otro grupo minoritario, la Yihad Islámica. La impresión de que Hamás renunciaba a la violencia parecía confirmada.

¿Por qué se decidió Hamás a lanzar el 7 de octubre un ataque en tal escala, si sabía cuál sería la reacción de Israel? Las fuentes de Inteligencia citadas por el Post apuntan a la ideología fanática de Hamás -morir matando, «sacrificarse» junto con el pueblo-, ante el aislamiento de la causa palestina que iba a generar el inminente acuerdo de paz de Arabia Saudí con Israel.

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