El futuro de la Amazonia se decide en el pulso entre Lula y Bolsonaro
ELECCIONES EN BRASIL
Los líderes indígenas han luchado en campaña con representantes de corporaciones madereras y mineras
Bolsonaro se impone en el llamado 'arco de la deforestación' que incluye Mato Grosso, Rondônia, Acre y Roraima
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Iniciar sesiónLa joven indígena Maial Payakan perdió el curul (escaño) que buscaba en el Congreso brasileño en representación del estado amazónico de Pará, uno de los más deforestados del país. La dificultad de hacer una campaña con muy poco dinero y enfrentándose a candidatos ... financiados por negocios agropecuarios, madereras y la minería ilegal condenó sus posibilidades.
En las elecciones del pasado 2 de octubre, Maial fue una de los 84 líderes indígenas que intentaron llegar a un Parlamento dominado por representantes de grupos que avanzan sobre la selva sin fiscalización ni control, y a partir de 2019 con el apoyo del Gobierno de Jair Bolsonaro. Según datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe) difundidos hace unos días, en los años de Bolsonaro la Amazonia brasileña ha perdido un total de 47.000 km² de verde, un 60% más que los cuatro años anteriores, que incluyen el mandato de Michel Temer, cuando las reglas comenzaron a aflojarse.
«La mía fue una campaña de resistencia con poca estructura y muchas dificultades. No teníamos la libertad de andar por ciudades dominadas por grupos económicos poderosos, era un sentimiento de amenaza constante, y más por ser mujer. Estamos en una guerra y andamos asumiendo riesgos, pisando el territorio para analizar el contexto y saber cómo trabajarlo en el futuro», cuenta al ABC la líder de 34 años, heredera de una dinastía indígena.
Maial es sobrina nieta del cacique Raoni Metuktire, un icono internacional de la lucha por los pueblos amazónicos, e hija de Paulinho Paiakan, un líder histórico muy relevante para la inclusión de los derechos indígenas en la Constitución de 1988. Todo un símbolo, Paulinho falleció de covid en 2020, entre los casi 700.000 brasileños que murieron durante la pandemia. Sin atención ni vacunas, los indígenas fueron la población brasileña más susceptible al coronavirus, por encima del promedio nacional.
El número de candidaturas indígenas en 2022 marcó un récord, con un aumento del 119% desde 2014, y es una respuesta a las presiones que vienen sufriendo. En toda la historia, solo dos indígenas habían llegado al Congreso, Mario Juruna, en la Asamblea Constituyente de 1985, y Joenia Wapichana, en 2018, una de las inspiraciones de Maial. El 2 de octubre fueron elegidos 5 indígenas; dato importante, pero representan menos de 1% del total de 513 congresistas.
º
60
La disputa de la Amazonia
VENEZUELA
Océano Atlántico
GUYANA
COLOMBIA
Parque
Nacional
Parima
Tapirapeco
Macapá
Río Amazonas
ECUADOR
Santarém
Manaos
Barcelos
Parque
Nacional
do Jaú
Estación
Ecológica
Terra do Meio
PERÚ
Brasilia
BRASIL
BOLIVIA
Océano Pacífico
La deforestación en la selva amazónica durante la primera mitad de 2022 alcanzó la cifra más alta en 15 años. Se destruyó un área de 4.789 km², casi un 20% más respecto al mismo período de 2021
En Brasil hay más de 300 pueblos indígenas conocidos y más de un centenar no contactados (de ellos, 28 confirmados oficialmente por el Gobierno)
En los primeros tres años de su Gobierno, se destruyeron 42.000 km² de floresta, un área más grande que los Países Bajos
Durante el mandato de Bolsonaro, las invasiones de territorios indígenas aumentaron un 180%
La población total indígena es de unas 897.000 personas, sin contar los no contactados
Voto en primera vuelta en estados amazónicos
Roraima
Amapá
Lula
23%
46%
Bolsonaro
43%
70%
Maranhão
26%
69%
Pará
Amazonas
52%
40%
50%
43%
Mato Grosso
34%
Acre
60%
29%
Tocantins
63%
50%
44%
Pondônia
29%
64%
Fuente: Survival International / Imazon / INPE / ABC/ CG. Simón
La disputa de la Amazonia
VENEZUELA
Océano
Atlántico
GUYANA
COLOMBIA
Parque
Nacional
Parima
Tapirapeco
Macapá
Río Amazonas
ECUADOR
Santarém
Manaos
Barcelos
Parque
Nacional
do Jaú
Estación
Ecológica
Terra do Meio
PERÚ
Brasilia
BRASIL
BOLIVIA
Océano Pacífico
En Brasil hay más de 300 pueblos indígenas conocidos y más de un centenar no contactados (de ellos, 28 confirmados oficialmente por el Gobierno)
La población total indígena es de unas 897.000 personas, sin contar los no contactados
En los primeros tres años de su Gobierno, se destruyeron 42.000 km² de floresta, un área más grande que los Países Bajos
Durante el mandato de Bolsonaro, las invasiones de territorios indígenas aumentaron un 180%
La deforestación en la selva amazónica durante la primera mitad de 2022 alcanzó la cifra más alta en 15 años. Se destruyó un área de 4.789 km², casi un 20% más respecto al mismo período de 2021
Voto en primera vuelta
en estados amazónicos
Roraima
Amapá
23%
46%
Lula
70%
43%
Bolsonaro
Maranhão
26%
69%
Pará
Amazonas
52%
50%
43%
40%
Mato Grosso
34%
60%
Acre
29%
63%
Pondônia
Tocantins
29%
50%
44%
64%
Fuente:
Survival International / Imazon / INPE
ABC/ CG. Simón
Explotación de la selva
«Y la mayoría de los electos por los estados de la Amazonia son bolsonaristas y de la bancada que explota la selva. Estamos bajo un riesgo es muy grande», observa Maial, que vive en Redenção, un municipio de Pará, tomado por el bolsonarismo. «Los proyectos de estos grupos no piensan en el colectivo, sino en lo que plantean las empresas que representan». Maial es la cara de una juventud indígena que ha entrado a la política y a las universidades para defender en el Parlamento lo que están llamando 'Bancada del Tocado', en oposición a las del ganado y de la minería. Ese movimiento ha surgido bajo la presión de la deforestación que los ha ido expulsando de sus aldeas a las ciudades, e incluso al exterior, presentándose en eventos internacionales donde piden socorro por la Amazonia.
Sonia Guajajara y Célia Xakriabá, recién electas diputadas, por ejemplo, ya estuvieron en la Corte Penal Internacional de La Haya, presentando un dosier contra Bolsonaro y sus actos contra la Amazonia. Obtuvo un asiento también la ambientalista Marina Silva, excandidata presidencial, pero también el exministro del Medio Ambiente de Bolsonaro, Ricardo Salles, famoso por decir que había que aprovechar la pandemia para «pasar el ganado» por la Amazonia.
El aumento de la deforestación está dejando grandes áreas de la selva en camino de convertirse en un desierto, con los riesgos de los efectos para el calentamiento global, como asegura el científico brasileño Carlos Nobre, miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por el que recibió, junto con el equipo, el Nobel de la Paz del 2007.
El mapa de la elección parece confirmar ese destino. Una imagen viral en las redes sociales muestra la victoria de Bolsonaro en el llamado 'arco de la deforestación', una línea que va subiendo conforme devasta la selva. Son los estados de Mato Grosso, Rondônia, Acre y Roraima, sobre los que avanza la soja, el ganado, o la violenta extracción del oro, que envenena con mercurio, los ríos, los alimentos y las poblaciones, con graves problemas de salud.
Devastación histórica
Un estudio de la Policía Federal (PF) divulgado en junio reveló que cuatro ríos de la Tierra Indígena Yanomami -una de las más importantes del país, cercana a la frontera con Venezuela- están altamente contaminados con mercurio usado en la minería ilegal. Lo mismo ocurre con las plantas y los peces que alimentan a los yanomamis. Las consecuencias son enfermedades que afectan el sistema neurológico. Según la PF, el área está sufriendo la peor devastación de la historia, con un aumento del 46% de la degradación de los bosques en un año. Y entre 2018 y 2021, solo el área del río Uraricoera registró un aumento del 505% de minas ilegales, conocidas como 'garimpos'.
La tía de Maial, Tuiré, también es una celebridad entre los pueblos indígenas por una famosa fotografía de 1989 donde sale amenazando con un machete en la cara a un director de la estatal Electronorte. La imagen dio la vuelta al mundo y retrasó la construcción de la hidroeléctrica Belo Monte, en Altamira, Pará, la misma que fue construida más tarde durante el Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro y Lula, que se enfrentan en las elecciones presidenciales de este año, han hablado poco de la Amazonia en los debates, pese a que el tema es crucial. El actual presidente es reconocido por los indígenas como el principal enemigo, responsable del abandono y el desmantelamiento de las organizaciones que protegían mínimamente la Amazonia. Lula es recordado por haber puesto en marcha Belo Monte, una de las mayores hidroeléctricas del mundo, construida sobre un santuario de diversidad en uno de los ríos más importantes de Brasil, el Xingu. La obra es considerada un desastre ambiental.
Lula, favorito para los ecologistas, auspició Belo Monte, una de las mayores hidroeléctricas del mundo, un desastre ambiental
Pese a eso, Lula da Silva, favorito en las encuestas, es la opción entre ambientalistas para la elección que se define hoy. Al candidato no le gusta hablar de la hidroeléctrica pero no elude la cuestión amazónica en su programa, en contraposición al abandono que la región y sus pueblos originarios han sufrido en los últimos cuatro años.
«La elección de Lula no significa una victoria del 100% porque hay grupos organizados contra nuestros derechos», observa Maial Payakan, que reconoce en este candidato la mejor opción pese a saber que también tiene en su haber antiguos proyectos de infraestructura. Pero Lula es el único que se ha manifestado claramente sobre temas ambientales.
Entre sus propuestas está la creación de un ministerio de los Pueblos Indígenas, la recuperación de las instituciones de preservación y vigilancia, que han sido desmanteladas y han dejado de recibir fondos del actual Gobierno, y el combate contra la minería ilegal, una de las principales causas de la aceleración de la destrucción en los últimos tiempos, al lado de la presión agropecuaria, el acaparamiento de tierras y el narcotráfico.
En una rueda de prensa con la prensa extranjera, Lula homenajeó a Dom Phillips, el periodista británico asesinado en junio junto al indigenista Bruno Pereira mientras viajaban en barco por el Valle del Yavarí. El área se ha convertido en un terreno peligroso bajo el control de mafias. El trágico fin del corresponsal de 'The Guardian' fue un aldabonazo. «Si el mundo está dispuesto a ayudar, mantener un árbol en pie puede valer más que cualquier inversión», afirmó ante los corresponsales. Si se confirma la elección de Lula, Brasil debe volver a invertir en la preservación ambiental y negociar alternativas sostenibles. Si Bolsonaro vence, la tendencia es que la situación de la Amazonia y de sus pueblos empeore aún más.
Explotación ilegal del oro
Bolsonaro tiene planes para permitir la entrada legal de negocios en áreas prohibidas que deberían ser ambientalmente protegidas. Uno de ellos es el proyecto de ley 191/2020, propuesto por el mandatario, que permite la explotación minera dentro de los territorios; en la práctica es como si ya estuviera vigente.
Según un estudio de la organización Instituto Escolhas, entre 2015 y 2020 Brasil negoció 229 toneladas de oro ilegal, y casi la mitad exportada por el país sería irregular. Esta explotación de oro, que amenaza a la Amazonia, aumentó un 25% en un año. El metal que contamina ríos, alimentos y la salud de los indígenas sería blanqueado en corredurías de valores de São Paulo y vendido en el mercado internacional.
El estudio recomienda a los mercados importadores que se sumen a los esfuerzos contra el oro ilegal controlando su origen. El informe destaca que la UE tiene una regulación específica, pero advierte que Brasil aún no está en lista de países de alto riesgo.
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