François Bayrou, en apuros por las acusaciones de mirar para otro lado en un escándalo de pedofilia

Un centenar de víctimas han presentado querellas contra la dirección del instituto Notre-Dame de Bétharram, situado en la diminuta localidad de Lestelle-Bétharram (800 habitantes), muy cerca de Pau (79.000 habitantes), en la región del Bearn, en el noroeste y la frontera con España, donde Bayrou ha sido una figura política de primer orden, desde hace medio siglo.

Según las informaciones del vespertino 'Le Monde', el semanario 'Le Point' y el medio online 'Mediapart', hace varias décadas que Bayrou estaba al corriente de las violencias físicas y sexuales, pedófilas, que se han sucedido en el instituto Notre-Dame de Bétharram.

Bayrou desmiente y niega rotundamente, afirmando «desconocer» las acusaciones de pedofilia, violencias físicas y sexuales, que pesan sobre varios profesores y directivos del instituto.

Sin embargo, las informaciones periodísticas y las acusaciones directas, personales continúan acumulándose y agravándose.

Françoise Gullung, antigua profesora de matemáticas, declara a varios medios: «Yo advertí personalmente al señor Bayrou de las cosas muy graves que ocurrían en el instituto donde su esposa era profesora de catecismo. La violencia física de los profesores era conocida en toda la región. Y la violencia pedófila corría de boca en boca, llegando hasta la prensa local. Bayrou no podía ignorar».

Jean-François Blanco, abogado de la familia de un niño víctima de violencias pedófilas, perpetradas por un profesor del instituto, es igualmente formal: «Es imposible que el señor Bayrou ignorase la situación. La víctima que yo defiendo estaba en la misma clase que sus hijos. Todo el mundo sabía».

Según las informaciones de 'Le Monde', 'Le Point' y 'Mediapart', la Justicia ha comenzado a investigar un centenar de casos de violencias y pedofilia ocurridos durante varias décadas, entre los años 60 y 90 del siglo pasado.

Durante ese intervalo de tiempo, Bayrou ocupó un puesto central en la vida social y política del Bearn, como consejero municipal, como alcalde, como diputado, como ministro… Los citados medios han rescatado las informaciones sobre violencia y pedofilia que el primer ministro dice desconocer. El desmentido del primer ministro «parece poco o nada convincente», repiten a coro los medios escritos y audiovisuales, cuando el escándalo ha comenzado a tomar una dimensión política y parlamentaria de cierto calado.

Varios diputados han interpelado y pedido explicaciones a Bayrou en la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento nacional. Visiblemente nervioso e incómodo, el primer ministro ha continuado desmintiendo, sin convencer a nadie, cuando comienzan a circular peticiones de dimisión.

Nombrado primer ministro a mediados de diciembre pasado, Bayrou ha conseguido salvar cuatro 'grandes' mociones de censura, gracias a la abstención del PS y AN (Agrupación nacional, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen.

La investigación judicial del centenar de querellas presentadas continúa su curso, sin prejuzgar el resultado final. Sin embargo, las primeras filtraciones, las primeras acusaciones directas de los abogados de las familias de las víctimas, corren el riesgo de continuar «goteando», amenazando con terminar desestabilizando al Gobierno de Francia.