La Fiscalía imputa al alcalde de Nueva York, Eric Adams, tras un año rodeado por tramas de corrupción

«Si me imputan, sé que soy inocente. Pediré un juicio inmediato para que los neoyorquinos puedan conocer la verdad», dijo Adams, que pareció enmarcar su imputación como una persecución: «Siempre supe que si me ponía del lado de los neoyorquinos me convertiría en un objetivo, y en un objetivo me he convertido».

Los cargos que enfrenta Adams se conocerán cuando la fiscalía haga el anuncio oficial de la imputación este viernes, pero el alcalde de Nueva York lleva casi un año asediado por tramas de corrupción. En noviembre del año pasado, el FBI realizó registros e interrogatorios a varias personas relacionadas con Adams, incluida Briana Suggs, la persona que dirigió la financiación de su campaña a la alcaldía en 2020. En aquella ocasión, los agentes confiscaron a Adams sus aparatos electrónicos.

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Esa operación policial estaba relacionada con un caso de corrupción que implicaba a la campaña de Adams con favores a donantes de Turquía. Los investigadores también están siguiendo los vínculos de la campaña con otros cinco países: Israel, China, Qatar, Corea del Sur y Uzbekistán.

Pero hay otras investigaciones sobre corrupción en el entorno del alcalde. Una tiene que ver con una trama de sobornos en la que está implicado Terence Banks, hermano de Philip Banks, vicealcalde de seguridad pública, y hermano también de David Banks, el máximo responsable del distrito escolar de Nueva York, el mayor del país.

Otra investigación acabó con la dimisión del que era comisionado del Departamento de Policía, Edward Caban, una figura muy cercana a Adams. El alcalde fue capitán de la policía antes de meterse en política y trabajó codo con codo con el padre de Caban. Esa investigación relacionaba a Caban y a su hermano gemelo, James, con tratos de favor y chantajes a clubes nocturnos y discotecas.

Adams llegó a la alcaldía en enero de 2021, tras una campaña electoral convulsa, dominada por el verano caliente de la pandemia de Covid-19, con las protestas por la muerte de George Floyd -un caso de abuso policial contra la minoría negra- y un aumento generalizado de la inseguridad en Nueva York. Adams centró su mensaje en la lucha contra el crimen y, contra pronóstico, se impuso al resto de candidatos. En aquel momento, Adams se autocalificó con aires de grandeza como «el futuro del Partido Demócrata».

Una vez en la alcaldía, ha enfrentado críticas continuadas por rodearse de amigos, familiares y leales en los altos cargos de la alcaldía y ha protagonizado un mandato caótico, asediado por los escándalos y por problemas como la gestión de la inmigración masiva.

La noticia de la imputación fue recibida por muchas peticiones de dimisión por parte de concejales y políticos locales. Adams ha asegurado que se defenderá y que no piensa dejar el cargo. La legislación estatal permite que la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, inicie un proceso complejo para la destitución del alcalde. De momento, Hochul ha guardado silencio.