La filtración de la CIA sobre el atentado contra Dúguina abre grietas entre Washington y Kiev
Moscú recibe con satisfacción las conclusiones de EE.UU. de que el Gobierno de Ucrania estuvo detrás del atentado contra la hija del ideólogo de Putin
EE.UU. cree que el Gobierno de Zelenski estuvo detrás del asesinato de la hija del ideólogo de Putin en Moscú
El Kremlin valora positivamente que la EE.UU. señale al Gobierno ucraniano como responsable del atentado de agosto contra el ideólogo de Putin
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski
Desde el comienzo de la agresión de Rusia a Ucrania, EE.UU. ha mostrado un apoyo inquebrantable al Gobierno de Kiev. La Administración Biden ha liderado la respuesta de la comunidad internacional a la invasión, ha armado hasta los dientes al Ejército ucraniano -ha ... enviado casi 17.000 millones de dólares en ayuda militar- y ha suministrado Inteligencia sobre las posiciones y actividades de las fuerzas rusas muy valiosa para ganar ventaja en el frente.
El apoyo se ha reiterado una y otra vez, en las abundantes llamadas entre los presidentes de ambos países, Biden y Zelenski, y en los contactos oficiales entre sus jefes diplomáticos y líderes militares. De puertas adentro, sin embargo, Washington ha expresado su frustración a Kiev por la falta de transparencia sobre sus planes militares y sus operaciones encubiertas. De forma paradójica, EE.UU. conocía con más cercanía los movimientos militares de Rusia -tiene Inteligencia extensiva al respecto- que los de su aliado.
Esta incomodidad no se había expresado de forma pública con claridad hasta ahora. Pero la paciencia de la Administración Biden se ha rebasado con el atentado a Daria Dúguina el pasado agosto en Moscú. Dúguina es hija de Alexander Duguin, un agitador ultranacionalista, aliado férreo de Vladímir Putin, ideólogo de la Rusia imperial y defensor de una respuesta agresiva hacia Ucrania. Su hija murió por una bomba instalada en su coche, pero todo hace pensar que el objetivo del ataque era él.
Esta semana, EE.UU. ha filtrado a través de 'The New York Times' que su Inteligencia ha concluido que el Gobierno de Ucrania estuvo detrás del ataque. Desde el principio, el régimen de Putin determinó que el atentado era obra de los «servicios especiales ucranianos» y acusaron a una mujer ucraniana de colocar la bomba y huir después a Estonia. Hubo otras versiones, como que los responsables fueron miembros del llamado Ejército Nacional Republicano, que se atribuyeron el atentado.
Kiev negó en todo momento su participación. Mijailo Podoliak, asesor de Zelenski, aseguró que las acusaciones de Moscú reflejaban el «mundo de ficción» en el que vive el Gobierno de Putin.
La conclusión de EE.UU. es que al menos parte del Gobierno de Zelenski autorizó la operación, aunque no tiene certidumbre sobre si el propio presidente ucraniano participó en la decisión.
Más fuego al conflicto
La filtración podría ser un castigo frente a una operación que Washington ve con malos ojos, por la posibilidad de echar todavía más fuego al conflicto. Después del atentado, las autoridades estadounidenses reprendieron a sus socios ucranianos por la operación.
Desde el comienzo de la guerra, la Administración Biden busca un equilibrio de ofrecer un soporte decidido a Ucrania en el frente, pero sin que le lleve a una confrontación directa con Rusia. Por esa razón se ha negado al envío de ciertos armamentos -como los cazas de combate que exigía Kiev para proteger sus cielos- y no ha ofrecido Inteligencia sobre altos cargos rusos para cometer ataques encubiertos como el de Dúguina.
Ucrania ha perpetrado otras operaciones encubiertas, como ataques a depósitos de municiones o sabotajes en zonas fronterizas rusas. Por ejemplo, en Crimea, el territorio de Ucrania que Rusia anexionó en 2014, o en la ciudad rusa de Belgorod, cerca de la ucraniana Járkov.
El coche bomba a Dúguina, del que Washington no tuvo información sobre su preparación, ha sido la operación de este tipo de mayor calado y ha abierto la puerta a respuestas similares por parte de Moscú contra altos cargos y personalidades ucranianas.
Ucrania, a través del secretario del Consejo Nacional de Seguridad, Oleksii Danilov, volvió a negar esta semana la implicación de su Gobierno
A juicio del Kremlin, es «positivo» que la Inteligencia de EE.UU. haya situado al Gobierno ucraniano detrás del atentado, informa Rafael Mañueco desde Moscú. Comentando la filtración publicada por el diario neoyorquino, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo ayer a los periodistas que «si esto no es falso, ya que después de todo vivimos en un mundo de falsificaciones, es en efecto positivo que la Inteligencia estadounidense esté de acuerdo con esa versión», aunque, según su opinión, «se han dado cuenta un poco tarde, pero bueno, están de acuerdo» con la apreciación avanzada en su día por los servicios secretos rusos.
«Quiero creer que esto no sea un intento de nuestros colegas estadounidenses, que en poder de cierta información, pretendan liberarse de la responsabilidad de los preparativos de futuros actos terroristas en los que el Estado ucraniano, el régimen ucraniano pueda participar», agregó Peskov.
Ucrania vuelve a negarlo
Ucrania, a través del secretario del Consejo Nacional de Seguridad, Oleksii Danilov, volvió a negar esta semana la implicación de su Gobierno: «No tenemos nada que ver con el asesinato de esa mujer».
El enfado que denota la filtración a 'The New York Times' no ha impedido la persistencia de la colaboración entre EE.UU. y Ucrania. Un alto cargo ucraniano aseguró ayer a la cadena CNN que el asunto no fue tratado en la reunión de esta semana en Estambul entre el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, y el jefe de gabinete de Zelenski, Andrii Yermak. La Casa Blanca tampoco reveló si Biden y Zelenski, que han hablado por teléfono esta semana, trataron sobre la filtración.