Los familiares de los diez mineros atrapados aceptan un rescate que se demorará casi un año

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Borja Rama

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El subsecretario de Hacienda mexicano, Juan Pablo De Botton, ha garantizado la utilización de enormes recursos haciendo hincapié en que no se trata de una «indemnización convencional, sino que se les va a ayudar con más a los familiares». La cifra final no ha trascendido, no obstante, en el primer ofrecimiento por parte de las autoridades, aunque en realidad fueron informadas por el jefe de cuadrilla de los mineros, se barajaron unos 5.000 euros por desaparecido.

El derrumbe que provocó la tragedia afectó a 15 mineros provocando que cinco de ellos consiguieran salir por su propio pie ante el estruendo, pero que dejó finalmente atrapados a diez de estos precarios trabajadores. La mina en la que se encontraban se inundó por el colapso de Conchas del Norte, la estancia contigua que permanecía abandonada y anegó de agua la zona donde se encontraban. Las familias han vivido un auténtico calvario con informaciones dispares sobre un posible rescate con vida de los damnificados. Observaban como la demora veía truncados sus planes conocedores de los trabajos de extracción por ser, muchos de ellos, expertos mineros de la zona.

El propio presidente López Obrador confesaba que los allegados se sentían «muy tristes» y «alterados» por la compleja escena. El dirigente mexicano llegó a afirmar que no fue fácil la negociación ya que, lógicamente, el casi año que se maneja en el rescate es mayor al esperado. El Gobierno de México consultó a la empresa alemana DMT y la estadounidense Phoenix First Response en busca de asesoramiento. Ambas, que estuvieron presentes en las labores de rescate, han coincidido, según las palabras del presidente, en que la mejor opción para acceder a las víctimas será «excavando tajos» a cielo abierto.

Todo hace presagiar que la recuperación de los cuerpos podría demorarse sine die si la comparamos al derrumbe de la Pasta de Conchos, también en Coahuila, donde quedaron sepultados 65 mineros de los que sólo se ha recuperado a dos. El presidente quiso reconocer que se sigue trabajando en las labores de rescate, también en esta enorme desgracia acaecida hace la friolera de 16 años. Parte de los familiares rechazaron las indemnizaciones y la adquisición de todo el terreno minero para construir un memorial. El presidente analizaba los tiempos: «Nos va a llevar todavía como dos años más llegar abajo y rescatar los cuerpos», sentenció.