Estados Unidos estacionará permanentemente misiles de largo alcance en Alemania
La decisión se ha convertido en tema de debate entre los partidos de la «coalición semáforo», con el canciller Olaf Scholz como principal defensor
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Corresponsal en Berlín
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Iniciar sesiónEstados Unidos ha llegado a un acuerdo con Alemania para estacionar permanentemente en su territorio armas de largo alcance, entre las que destacan los misiles Tomahawk, los misiles antiaéreos SM-6 y otras armas supersónicas que todavía están en desarrollo, y que se sumarán ... a la fuerza disuasoria de la OTAN en el flanco oriental. Los misiles de crucero, al igual que el sistema de armas alemán Taurus, son capaces de penetrar profundamente en territorio enemigo a baja altitud y destruir objetivos importantes. Estos pueden incluir puestos de mando, búnkeres y sistemas de radar. El Tomahawk es utilizado por barcos o submarinos, mientras que el Taurus se lanza desde aviones.
En una declaración conjunta al margen de la cumbre de la OTAN en Washington, ambas partes han acordado que el despliegue comenzará en 2026. Desde dentro del gobierno alemán, la «coalición semáforo», formada por socialdemócratas, liberales y verdes (estos últimos cada vez más preocupados por la carrera armamentista) y emprendida por Scholz, dudan de la justificación de estos planes. El canciller alemán Olaf Scholz, que acostumbra a no entrar en debates internos de la coalición, ha respondido esta vez de inmediato y con contundencia, defendiendo el emplazamiento de cohetes convencionales y misiles de crucero estadounidenses en Alemania como una «muy buena decisión».
Ha recordado que la nueva situación de seguridad exige que Alemania cuente con «su propia protección disuasoria», para lo que necesita armas de precisión. «Sabemos que ha habido ya una increíble acumulación en Rusia de armas que amenazan el territorio europeo», ha justificado, y ha recordado a continuación que todos los socios europeos suscribieron el desarrollo de mejores condiciones de disuasión y, «por lo tanto, la decisión de Estados Unidos encaja exactamente en esta estrategia». A quienes desde dentro de la coalición le critican por no haber consultado o comunicado suficientemente la decisión, ha contestado que «esta decisión se ha preparado desde hace mucho tiempo y no es una verdadera sorpresa para todos los que se ocupan de la política de seguridad y paz».
Alemania volverá, con este despliegue, a condiciones que ya vivió durante la Guerra Fría. Tras una pausa de más de 20 años, mantendrá en su territorio armas estadounidenses que «tendrán un alcance significativamente mayor que los actuales sistemas terrestres en Europa», según un comunicado conjunto de los dos gobiernos. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha concretado en declaraciones a Deutschlandfunk que las armas estadounidenses estarán estacionadas en Alemania «de forma rotativa» y «temporalmente», pero ha añadido también que a largo plazo los propios Estados europeos deberían ser responsables de equiparse con tales sistemas y en ese caso serían prescindibles. El emplazamiento de las armas tiene como objetivo disuadir a Rusia y así defender la zona como parte de la alianza de la OTAN.
«El mundo no será más seguro. Al contrario: entramos en una espiral en la que el mundo se vuelve cada vez más peligroso», se ha quejado el diputado socialdemócrata Ralf Stegner desde dentro del partido de Scholz. El primer ministro de Turingia, Bodo Ramelow, ha pedido establecer líneas rojas que retiren a Alemania del punto de mira de Moscú. «Sí a la defensa nacional. Pero no a más armas que puedan usarse para atacar en territorios lejanos de otros estados. Necesitamos una ofensiva de paz, no más armas pesadas», ha dicho. La líder de partido de extrema izquierda pro-ruso BSW, Sahra Wagenknecht, también ha criticado que «el emplazamiento de armas ofensivas de largo alcance no sirve para protegernos, sino que convierte a nuestro país en un objetivo potencial para los misiles enemigos y, por tanto, nos pone en gran peligro a todos».
Los servicios de inteligencia occidentales coinciden en que Putin podría atacar tarde o temprano a la OTAN y en que los Estados bálticos, en particular, son considerados objetivos por parte de Moscú. El politólogo Nico Lange, por ejemplo, asume que Rusia intentará poner a prueba a la OTAN e el plazo de pocos años y que son concebibles acciones híbridas o difíciles de evaluar. «Lo mejor que podemos hacer es transmitirle el mensaje: 'Si te metes con nosotros, definitivamente perderás'», explica Lange el sentido de este despliegue.
Muchos analistas dudan, sin embargo, que finalmente se lleve a cabo, puesto que una victoria de Donald Trump en las próximas elecciones estadounidenses podría tener como consecuencia un cambio de opinión. Trump ha amenazado incluso con retirar a Estados Unidos de la OTAN, y ha arremetido repetidamente contra lo que considera un gasto en defensa «demasiado alto» para proteger a los aliados europeos.
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