Estados Unidos cifra en 100.000 los soldados rusos muertos en Ucrania y la misma cantidad en el bando ucraniano

Estos cálculos son los peores difundidos por funcionarios estadounidenses en la evaluación de las bajas en las filas rusas y ucranianas desde el comienzo de la contienda el pasado 24 de febrero.

El general norteamericano avanzó sus cifras durante una intervención en el Club Económico de Nueva York. «Estamos hablando de la cantidad de soldados rusos muertos y heridos a un nivel de mucho más de 100.000. Probablemente lo mismo en el lado ucraniano. Es una escala enorme de sufrimiento humano«, subrayó Milley e instó a Moscú y Kiev a negociar para poner fin a las hostilidades. Defendió que »debe haber un entendimiento mutuo de que una victoria militar, en el verdadero sentido de la palabra, puede no lograrse por medios militares, y debemos pasar a otros métodos«.

Los datos que maneja el general estadounidense difieren sustancialmente de las cifras oficiales declaradas por Moscú y Kiev y de las facilitadas por otras muchas fuentes. Desde el comienzo de la guerra, la BBC, junto con la publicación Mediazona, viene confeccionando una lista de los militares rusos muertos en Ucrania y, al 10 de noviembre, el número de caídos en el frente asciende a 8.600. Por su parte, el Estado Mayor del Ejército ucraniano elevó ayer a 78.690 el número de soldados rusos muertos hasta ahora. Según el presidente, Volodímir Zelenski, «las fuerzas enemigas han perdido diez veces más militares» que las ucranianas.

El Ministerio de Defensa ruso no publica informes sobre pérdidas propias en Ucrania. Pero en una entrevista publicada el 21 de septiembre, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, afirmó que sus tropas tuvieron solamente 5.937 muertos. Al mismo tiempo, Shoigu declaró que las bajas habidas en las filas de las tropas ucranianas «son 10 veces mayores». Precisó que «más de 61.200 militares ucranianos han muerto, mientras que cerca de 49.400 han resultado heridos», lo que supera incluso las estimaciones del general Milley. «En la etapa inicial, las Fuerzas Armadas de Ucrania tenían unos 200.000 efectivos, pero han sufrido más de 100.000 bajas», afirmó entonces el ministro de Defensa ruso.

Preguntado sobre las perspectivas de una solución diplomática en Ucrania, el general Milley recordó que el fracaso inicial en los intentos negociadores durante la Primera Guerra Mundial «exacerbó el sufrimiento humano y provocó millones de muertes. Por eso, cuando haya una oportunidad de negociar, cuando sea posible lograr la paz, aprovechen ese momento». Según su opinión, la decisión del presidente Vladímir Putin de invadir Ucrania «fue un tremendo error estratégico (...) que Rusia pagará durante años y años». Para Milley el invierno, cuando se ralentizan los combates y las líneas de frente se estabilizan, ofrece una excelente oportunidad para abordar unas conversaciones hacia un hipotético acuerdo de paz.

Rusia anunció el miércoles que retiraría sus tropas de la orilla derecha del río Dniéper en la región de Jersón. Algunos expertos creen que la pérdida de la estratégica ciudad de Jersón supone un revés para Moscú que podría permitir a Kiev negociar desde una posición de fuerza. Otros expertos, sin embargo, argumentan que Rusia podría usar las conversaciones para ganar tiempo a fin de preparar y rearmar mejor a sus fuerzas de cara a una nueva ofensiva en primavera. El repliegue en Jersón, a juicio de Milley, «no les tomará uno o dos días, necesitarán más días y tal vez incluso semanas», ya que, indicó, «tienen allí entre 20.000 y 30.000 militares« desplegados.

Las tropas ucranianas, mientras tanto, avanzan hacia la ciudad de Jersón, pero con cautela. En una entrevista a la CNN, Zelenski ha dicho que los rusos «están preparados para defender esta región y no para abandonar la ciudad». El hecho de que estén parapetados en viviendas significa que se

preparan seriamente, pero nosotros también estamos muy preparados«, recalcó.

Estados Unidos y sus aliados de la OTAN se han abstenido de intervenir directamente en la guerra de Ucrania, pero están armando, entrenando y asesorando a las tropas ucranianas. El general americano señaló también que «entre 15 y 30 millones de ucranianos se han convertido en refugiados« como resultado del conflicto. Unos 40.000 civiles ucranianos, según sus cálculos, fueron asesinados. En la Casa Blanca consideran que el Kremlin no ha logrado sus objetivos en Ucrania y se preguntan cuánto tiempo Rusia va a poder continuar con su campaña, que ha destruido la mayor parte de sus fuerzas terrestres mecanizadas y agotado de forma crítica la munición de artillería.

Milley advirtió que, en caso de que las negociaciones no arrojen resultados, Washington seguirá suministrando armamento a Ucrania.