El mayor enemigo de Xi Jinping no es de carne y hueso: es el osito Winnie the Pooh

La disidencia china emprendió hace años una campaña de desprestigio que se basaba, a grandes rasgos, en ridiculizarle. Según estos, el parecido físico entre Xi y el risueño e inocente Winnie es más que notable, lo que ya ha causado imágenes un tanto inesperadas por parte del presidente plenipotenciario de una nación como China.

Este parecido, que se usa en los cada vez más escondidos ámbitos de la oposición crítica con el Partido Comunista chino, ya le ha granjeado incluso problemas protocolarios a Xi.

Uno de los sucesos más surrealistas al respecto ocurrió, precisamente, en España en 2018. Xi Jinping estaba de visita oficial y acudió a la sede de la Comunidad de Madrid para recibir la llave de oro de la ciudad de Manuela Carmena, por entonces alcaldesa de la ciudad.

Aunque el evento se realizó en la Plaza de la Villa, antigua sede del Consistorio, la Policía Nacional acudió a la Puerta del Sol para pedir al hombre que habitualmente se disfraza del osito para pedirle que se fuera o que, ese día, no trabajase como tal porque la comitiva china iba a pasar por allí. «Se ha tenido que ir a su casa», admitían sus compañeros, incrédulos, en aquel momento.