Con motivo de Hannukah, la fiesta de la luz judía, se encendió una menorah, el tradicional candelabro de nueve brazos, para convertirse en una januquiá. Braun, sorprendiendo a todos los presentes incluidos los responsables de seguridad, agarró un extintor cercano, lo abrió y fue a apagar las nueve velas (más el shammash, la vela que se usa para encender las otras).
El motivo, según él mismo dijo, no fue racista o antisemita, pese a la evidente connotación que conlleva. «Solo estoy restableciendo un estado de normalidad, poniendo fin a actos de triunfalismo satánico, tribales y salvajes, porque ese es el mensaje de estas fiestas», dijo el diputado.
El diputado ultraconservador será sancionado económicamente por su comportamiento «irresponsable, estúpido e imprudente de un parlamentario que es representante de la nación», explicó el presidente de la Sejm, Szymon Holownia, que también llevará ante la Fiscalía por un posible delito de odio. «No habrá tolerancia con el racismo, la xenofobia, el antisemitismo o cualquier otra cosa mientras sea el presidente», sentenció.
¿Qué es la januquiá?
La januquiá es la menorah que se enciende durante la festividad de Hannukah, que conmemora la rebelión de los macabeos contra los griegos en el Templo de Jerusalén. Está considerada una de las festividades más importantes del calendario judío y coincide prácticamente de manera paralela con la festividad de la Navidad cristiana o el Sol invicto de tiempos de los romanos
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete