Una diputada del partido de Zelenski pide la destitución del jefe del Ejército

Varios medios ucranianos contactaron con la jefa del partido de Zelenski en el Parlamento, Yulia Paliychuk, para aclarar si las palabras de Bezugla eran la posición oficial de la formación. Paliychuk remitió a los periodistas al servicio de prensa de la propia diputada y destacó que Bezugla «es responsable de sus palabras».

Los rumores sobre las desavenencias entre los mandos políticos y militares de Ucrania han sido una constante durante meses. Pero esas disputas se habían mantenido en el ámbito privado hasta ahora. La polémica se desató con la publicación de una entrevista a Valerii Zaluzhnyi en 'The Economist' a principios de noviembre. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Zaluzhnyi, explicó entonces que los combates se acercaban a un «punto muerto» y que serían necesarios avances tecnológicos para superar la actual fase de «guerra posicional».

El alto mando indicó, además, la importancia de los drones y la guerra electrónica. Zaluzhnyi mostró su visión sobre el curso de la guerra de forma clara y honesta y en ningún momento mencionó la posibilidad de una derrota ucraniana. Pero las palabras del general no sentaron bien en la Oficia Presidencial. La dura reprimenda fue pública y múltiple tan solo tres días después de la entrevista. El subdirector de la Oficina presidencial, Ihor Zhovkva, dijo que el general Zaluzhnyi aportó demasiada información sobre lo que ocurre en el campo de batalla y que dichas revelaciones ayudaban a Rusia.

Zelenski, horas después, censuró las palabras de su comandante en jefe, reafirmado que «esta no es una situación de punto muerto». Otros asesores presidenciales acusaron al militar de «generar pánico» entre los aliados occidentales de Ucrania.

Las señales que indican grietas entre políticos y militares volvieron a manifestarse pocos días después con la destitución sorpresa del comandante de las Fuerzas Especiales, el general de división Viktor Khorenko. El propio Khorenko –que participó en arriesgadas y exitosas misiones tras las líneas enemigas– confirmó que se había enterado de la noticia por los propios medios de comunicación. No está claro que Zaluzhnyi estuviese al tanto de que uno de sus principales adjuntos sería trasladado a otro puesto.

El ministro de Defensa, Rustem Umerov, responsable relevar a Khorenko, tampoco supo explicar públicamente los motivos. Hubo voces críticas con la decisión del Ministerio de Defensa. La diputada del partido opositor Golos (Voz), Solomiya Bobrovska, denunció que el cese de Khorenko «parece una interferencia política en las Fuerzas Armadas y sus acciones de combate».

Valerii Zaluzhnyi es una de las personalidades más respetadas en el país por haber organizado la resistencia ucraniana durante los primeros compases de la invasión a gran escala. La admiración por el general se siente tanto en el ámbito civil como militar. Zaluzhnyi goza de una gran popularidad y por este motivo se ha especulado desde la esfera mediática con la posibilidad de que militar pueda concurrir en unas eventuales elecciones contra Zelenski.

Nunca hubo una declaración en este sentido por parte del Zaluzhnyi, pero parece que Zelenski no es ajeno a este debate. En una de sus últimas entrevistas, el presidente dijo a 'The Sun' que si un militar quiere hacer política no podrá «lidiar» con la guerra. Zelenski apeló al propio Zaluzhnyi y al resto de comandantes y recordó la importancia de la jerarquía en tiempos de guerra.