Dinamarca pide ayuda a Europa y la OTAN para hacer frente a Trump

La fórmula empleada por la OTAN para comunicar informalmente el resultado de la visita de Frederiksen a la sede de la Alianza parece especialmente medida para abordar el tema sin mencionar abiertamente las inequívocas declaraciones de Trump sobre este territorio.

Y en este sentido, en las últimas semanas, Copenhague ya ha anunciado una inversión de 1.300 millones de euros en defensa para la isla ártica, destinados a dos nuevos buques de inspección de la clase Thetis y dos nuevos aviones no tripulados de largo alcance, además del refuerzo de la Patrulla Danesa de Trineos Tirados por Perros Sirius, una unidad de élite de las fuerzas especiales de la Marina Real Danesa. La repuesta del presidente estadounidense ha sido una burla. «Creo que están enviando unos trineos», ha declarado sobre las primeras medidas.

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Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín

Dinamarca también acaba de aprobar una nueva partida de otros 2.000 millones de euros para reforzar su presencia militar en Groenlandia, según informó el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen. La cantidad incluye financiación para tres nuevos buques de la Armada del Ártico, dos drones de largo alcance adicionales y satélites para una mejor vigilancia.

Dinamarca cuenta actualmente con cuatro buques de inspección relativamente obsoletos, un avión de vigilancia Challenger y doce patrullas de trineos tirados por perros para vigilar una zona cuatro veces mayor que Francia. Copenhague es consciente de sus limitaciones en materia de defensa y, por ello, su primera ministra ha emprendido una gira diplomática en la que espera recabar apoyo de sus socios europeos.

A primera hora del martes fue recibida en Berlín por el canciller alemán Olaf Scholz, quien condenó todos los esfuerzos de expansión territorial, «sea quien sea que los persiga». «Las fronteras no deben ser movidas por la fuerza, a quien corresponda», advirtió, tras insistir en que «la inviolabilidad de las fronteras es un principio fundamental del derecho internacional y el principio debe aplicarse a todos». Scholz se refirió a la reunión informal de los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE la próxima semana, en la que hablarán de una industria europea de defensa más eficiente. «Necesitamos normas que permitan el desarrollo conjunto y la adquisición de armamento en la Unión Europea», señaló. Este es un asunto del que ya ha hablado con Frederiksen y también con el presidente francés, Emmanuel Macron.

Frederiksen, por su parte, hizo hincapié en la creciente importancia de la cooperación europea. «Necesitamos una Europa más fuerte y decidida, cada vez más capaz de valerse por sí misma y de defender y promover los intereses europeos», declaró. En su opinión, «depende de Europa definir el futuro de nuestro continente y creo que tenemos que asumir más responsabilidad por nuestra propia seguridad». Tanto Frederiksen como Scholz, por lo demás, subrayaron que se debe seguir apoyando a Ucrania en la lucha defensiva contra Rusia. «Necesitamos aumentar nuestro apoyo a Ucrania. Debemos oponernos a la influencia de China y Rusia», apuntó la primera ministra danesa, quien destacó que «necesitamos invertir en el desarrollo de tecnologías, nuestra economía y nuestra seguridad».

Desde Berlín, Frederiksen viajó a París y el presidente Emmanuel Macron, sin mencionar tampoco a Trump, (oficialmente hablaron de «cuestiones de la seguridad y la defensa europeas»), insistió en que el respeto a las fronteras y la integridad territorial de los aliados es innegociable. Su ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot, reveló abiertamente que Macron le propuso a la primera ministra el envío de tropas francesas a la isla como medio de disuasión, aunque por ahora es un asunto que han dejado de lado «porque no era el deseo de Dinamarca» dar este paso.

El planteamiento de Frederiksen es que «Europa está en una situación grave debido a los cambios en la realidad geopolítica», una conclusión a la que ha llegado después de una tensa llamada telefónica con Trump el pasado 15 de enero. En esa conversación, Trump insistió durante 45 minutos en que quiere que Estados Unidos se haga cargo de Groenlandia.

El pasado viernes, Lars Lokke Rasmussen, ministro de Exteriores y primer ministro de Dinamarca durante el primer gobierno de Trump, mantuvo una conversación telefónica de 20 minutos con el nuevo secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y dijo que habían acordado discutir «la región del Ártico» con un «tono positivo y constructivo». El Departamento de Estado estadounidense informó de que Rubio había «reafirmado la fortaleza de la relación» y que «discutieron la importancia de profundizar la cooperación bilateral y regional en materia de seguridad y defensa, asuntos económicos y comerciales, y el fin de la guerra en Ucrania».

Frederiksen, en gira diplomática, está instando a los socios de la UE a no inflamar la situación por el momento. Groenlandia no estuvo en la agenda de la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE del lunes en Bruselas, por ejemplo. Pero, si Trump decide presionar a Dinamarca con medidas económicas, mediante aranceles, sí esperará que la Unión Europea responda en conjunto con sus propios aranceles, según fuentes del Gobierno alemán. La Comisión Europea se ha manifestado formalmente en varias ocasiones en el mismo sentido.

De hecho, el recién nombrado comisario europeo de Defensa, el lituano Andrius Kubilius, ya ha dicho en varias ocasiones que la UE debería apoyar a Dinamarca en esta disputa sobre el futuro de Groenlandia. «Dinamarca -dijo- es parte de la Unión Europea y siempre debemos apoyar a Dinamarca», sobre todo porque «Groenlandia es un lugar maravilloso que necesitamos para la seguridad internacional»,

Dinamarca también quiere responder a las amenazas de Trump en el ámbito interno, atrayendo a los groenlandeses con medidas más contundentes contra el racismo y la discriminación. El Ministerio de Inmigración e Integración de Dinamarca ha anunciado doce iniciativas concretas y una financiación adicional de 4,7 millones de euros hasta 2028. «Lamentablemente, muchos groenlandeses que viven aquí sufren prejuicios, racismo y discriminación en Dinamarca. El Gobierno quiere abordar este problema», informa un comunicado, que menciona entre las medidas el derecho a un pasaporte groenlandés, el fortalecimiento de los servicios de interpretación para los groenlandeses en Dinamarca, asistencia en groenlandés e investigación sobre las experiencias de los groenlandeses con el racismo.