La joven italiana detenida en Teherán durante las protestas por el velo: «Ayudadme, tengo miedo de no salir más»

En el mensaje de Facebook, que luego ha sido retirado, el padre ofrecía algunos detalles más sobre su hija: «Es una viajera solitaria, recorre el mundo para conocer las costumbres y tradiciones de los pueblos. Siempre se ha adaptado y respetado las tradiciones y, en algunos casos, las obligaciones de cada país que ha visitado».

La Unidad de Crisis del Ministerio de Asuntos Exteriores está en comunicación directa con la familia Piperno. La embajada de Italia en Teherán estableció de inmediato contacto con las autoridades iraníes para verificar la noticia del arresto. En las últimas horas, el padre ha hecho esta breve declaración: «Estamos muy preocupados; lamentablemente, la situación no va bien. Estamos en contacto con la Unidad de Crisis del Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha activado todos los trámites necesarios».

La situación en Irán es, en este momento, muy complicada, porque continúan las protestas en las calles por el asesinato de Masha Amin, con una terrible represión para apagar la protesta. Hace tres días Amnistía Internacional denunció la detención de nueve extranjeros considerados «cómplices» de los manifestantes y también reveló que entre ellos hay un italiano.

El viaje de Piperno a Irán fue uno de los muchos que la joven ha realizado en los últimos siete años, desde que decidió convertirse en una reconocida bloguera de viajes en las redes sociales. Antes de Irán visitó, entre otros países, Australia, Islandia, India, Pakistán, Honduras, México, Panamá y Nicaragua. En su canal de Instagram (travel.adventure.freedom), escribe: «Estoy de viaje desde 2016, trabajo de forma remota. Siempre hago lo que se me ocurre. ¿Esto no es libertad?».

La joven romana tiene una foto reciente en su canal de Instagram en la que aparece celebrando su 30 cumpleaños, con globos y una tarta, en compañía de unos amigos en Irán, a donde llegó hace dos meses.

Hace unas semanas, a quienes le preguntaban si alguna vez se había sentido en peligro en Teherán, respondía: «No, no, aquí no hay nada que deba asustarte. No hay guerra, nadie te amenaza por la calle y los iraníes son muy buena gente. Venir aquí es como ir a Turquía». Preguntada por sus mayores dificultades en Irán, respondió: «El hecho es simple. La visión de la mujer es diferente a la del resto del mundo».

El último mensaje de Alessia es del l 27 de septiembre, el día antes de la detención. En ese texto, explica por qué no abandona Irán: «Para nosotros, viajeros, turistas, veraneantes en tierras extranjeras, es fácil juzgar, opinar, quedarnos hasta que todo está bien, para luego subir al avión y marcharnos. Sin embargo, aunque sería la decisión más sabia, yo no puedo salir de aquí, ahora más que nunca. Y no lo hago para tentar a la suerte, sino porque ahora yo también soy parte de todo esto».

Alessia hace también esta reflexión sobre Irán: «Aquí la gente está cansada de ser un títere, por eso miles de personas están saliendo a las calles a protestar. Están manifestándose por su libertad. Mujeres, hombres, adolescentes y ancianos. Y cada uno de ellos, cada persona , arriesga su vida cuando sale a la calle».

En otro mensaje reciente, Alessia reflexionaba sobre su experiencia como bloguera de viajes y anuncia que su sueño es volver a Pakistán para reconstruir un pueblo: «En unos días comenzará mi séptimo año viajando. Sin embargo, cuando miro hacia atrás, parece que fue ayer cuando cargué mi primera mochila sobre mis hombros, para llegar a la tierra de mis sueños, Australia. En ese momento acababa de cumplir 24 años, mientras que hoy tengo 30. Me prometí que a los 30 habría parado, y ahora que he llegado a este día, me pregunto: ¿estoy lista para parar? En absoluto. Estos años han sido los más bonitos de mi vida, los más intensos, en los que he aprendido tanto, he conocido gente y amigos maravillosos, y en los que descubrí la verdadera belleza de nuestro planeta. El mundo y su gente me han dado más de lo que podría desear, día tras día, año tras año».

En el mismo post, Alessia contaba por qué deseaba volver a Pakistán: «Hace un mes, un fuerte aluvión azotó el país de mi corazón, y más de 365.000 personas perdieron sus hogares. Tengo un sueño, en mi cabeza y en mi corazón. Reconstruir un pueblo en Pakistán».

Alessia también confesó en una entrevista que «viajar sola me asustaba y me emocionaba al mismo tiempo, es una experiencia que hay que experimentar». Entre sus vivencias, recordaba con especial emoción su encuentro con el Dalai Lama en la India: «Durante esos días conocí a un monje, nos hicimos amigos, todas las mañanas nos reuníamos frente a un té caliente, y hablábamos de la vida. Un día me dijo: 'Mañana me voy a encontrar con el Dalai Lama para seguir sus lecciones, ¿quieres venir conmigo?'. Fue un sueño dentro de un sueño. Dos días después estaba sentado con todos los monjes tibetanos para seguir las enseñanzas del Dalai Lama».