La Cámara de Representantes de Estados Unidos destituye al presidente, Kevin McCarthy

«El puesto de presidente de la Cámara queda formalmente vacante», anunció tras la votación el diputado Steve Womack, que presidía la sesión. El En cuanto fue expulsado, McCarthy abandonó el hemiciclo y se recluyó en su despacho con un grupo de fieles.

La revuelta de unos renegados republicanos, a los que sus propios compañeros de filas acusan de radicalizados, se ha consumado, y McCarthy ha sido presidente de la Cámara apenas nueve meses. La suya es la presidencia más corta en 150 años. Es la segunda más breve de la historia. Sólo le gana un diputado de Indiana, Michael Kerr, que en 1876 murió tras 257 días en el cargo.

Tras la expulsión de McCarthy, ocupa el cargo en funciones un diputado de Carolina del Norte, Patrick Henry. A este último se le considera un aliado de su predecesor. Es la primera vez en la historia en que un partido con mayoría en la Cámara de Representantes ha hecho caer a su líder. Los renegados son un grupúsculo comandando por un diputado de Florida, Matt Gaetz, descontento por su decisión de acordar con los demócratas una prórroga de los presupuestos para evitar un cierre del Gobierno federal este pasado fin de semana.

Tras forzar esta crisis, el diputado Gaetz calificó a McCarthy de carente de principios, un hombre sin principios ni palabra. «Ha llegado al poder recogiendo dinero de intereses especiales y redistribuyendo ese dinero a cambio de favores. Deberíamos elegir a un presidente de la Cámara que sea mejor», dijo.

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El escenario que se abre es incierto, no tiene precedentes, ya que la Cámara está descabezada sin candidatos ni planes inmediatos de encontrarlos. Quien ocupa la presidencia de la Cámara es el segundo en la sucesión del presidente, tras el vicepresidente. El diputado Gaetz, que es un trumpista convencido, presentó el lunes por la noche una moción de confianza sobre McCarthy. El propio Gaetz y una decena de afines ya obligaron a McCarthy a someterse a 15 humillantes votaciones durante la sesión de enero para elegir a un republicano que sucediera a la demócrata Nancy Pelosi, que fue presidenta de la Cámara por segunda vez desde 2019. Los republicanos ganaron por la mínima las elecciones de hace un año, y tienen una ajustada mayoría de nueve votos de 435 en la Cámara. Tan pequeña es esa mayoría, que un grupo tan reducido de disidentes puede propiciar crisis como esta.

Como parte del acuerdo alcanzado en enero, McCarthy aceptó que se podía presentar a mociones de confianza si cualquier diputado de su partido sentía que había traicionado sus compromisos, sobre todo los de reducir el gasto público de una forma drástica.

McCarthy no pidió apoyo a los demócratas, que votaron todos en su contra. Tras resistirse hasta el último momento, McCarthy alcanzó el sábado un acuerdo con ellos para prorrogar los presupuestos 45 días, mientras se negocia un acuerdo duradero.

Logró una importante concesión del partido en la oposición: no hay en ese acuerdo ni un dólar en ayudas a Ucrania, algo que pedía el grupo de disidentes republicanos, que creen que EE.UU. ya ha gastado demasiado en la defensa de los socios ante Rusia.

El líder demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, mandó ayer una carta a su grupo parlamentario en la que les instó a votar en contra de McCarthy. «Es la responsabilidad de los miembros del Partido Republicano poner fin a su guerra civil Republicana en la Cámara. Dada su falta de voluntad para romper con el extremismo [trumpista] de una manera auténtica y completa, el liderazgo demócrata de la Cámara votará sí en la moción republicana pendiente para desalojar la presidencia».

Tras la expulsión de McCarthy, Jeffries publicó un comunicado en el que invitó a los republicanos centristas a unirse a los demócratas para buscar una mayoría alternativa que evite estas crisis.

Los fieles al defenestrado presidente de la Cámara ya han pedido expulsar a Gaetz del partido, poniendo de relieve que sólo ha obtenido el apoyo de seis diputados. Gaetz, sin embargo, es un asesor y confidente de Trump, y es popular en su distrito electoral en Florida.

Otros republicanos están ya haciendo planes para poder seguir adelante a apenas un año de unas elecciones en las que no sólo vota a presidente, sino que se renueva además toda la Cámara y un tercio del Senado. El posible sustituto de McCarthy es un diputado de Luisiana que se llama Steve Scalise.

Ya de noche, McCarthy compareció ante los medios, y anunció que no se presenta a la reelección para presidente, algo que deja al partido descabezado y sin liderazgo. La Cámara en principio no se vuelve a reunir hasta el martes que viene. «Lamentablemente, el 4 por ciento de nuestro grupo parlamentario puede unirse a todos los demócratas y decidir quién puede ser el presidente republicano en esta Cámara», dijo. «Hacer lo correcto no siempre es fácil, pero es necesario».