Brandemburgo logra por estrecho margen evitar una mayoría de extrema derecha

Los grandes partidos democráticos pusieron toda la carne en el asador de las últimas horas de campaña: Woidcke, un barón regional muy respetado en su tierra y que cargaba con el castigo indirecto a la coacción de Olaf Scholz en Berlín, amenazó con abandonar la política si AfD quedaba por delante; y desde Sajonia el presidente regional Michael Kretschmer, cristianodemócrata de la CDU, había pedido el voto para Woidcke, alegando que «es importante que la primera fuerza política de este estado sea un partido democrático que ha dado estabilidad a este estado durante más de 34 años».

Pero aunque lograron placar el peor de los golpes con un casi empate en torno al 30% de los votos, el resultado de AfD sigue siendo muy significativo. «Os doy a todos las gracias por haber dato esta batalla», fue la primera reacción de Woidcke, que evitó el tono de victoria, «pero ese porcentaje es una clara señal de alarma para todos los que creemos en la democracia, para todos los que queremos una sociedad tolerante y abierta, y significa que tenemos que trabajar muchísimo más si queremos conservarla».

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En la sede de AfD, si embargo, el tono de victoria era omnipresente. «Los nacionalistas hemos vuelto a reunir nuestra fuerza y somos ya igual de fuertes que ellos», se felicitaba, pletórico, el líder de AfD Tino Chrupalla, «y no olvidemos el apoyo que hemos recibido del voto joven, lo que quiere decir que este es el partido del futuro y partidos como SPD o CDU son partidos del pasado». El instituto Infratest dimap confirmaba que el SPD ha movilizado principalmente a los votantes de mayor edad y a los no votantes, mientras que AfD ha cosechado visiblemente más en el voto entre 18 y 15 años. Su colega en la dirección, Alice Weidel, señaló que «somos nosotros los ganadores, ha habido un voto táctico para evitarnos, pero esta noche es nuestra».

La 'coalición semáforo' de Olaf Scholz cosechó una nueva sanción, a pesar de que ese «voto táctico» supuso un aumento del SPD del 5,6%. Los Verdes perdieron un 6,1%, hasta el 4,7%, y los liberales del FDP quedaron disueltos en el epígrafe 'Otros', que junto con el resto de partidos residuales sumaron el 2,6%. La conservadora CDU perdió un 4%, hasta el 11,6%, al ceder parte de sus votantes al candidato socialdemócrata, y el partido de extrema izquierda y prorruso Alianza Sarah Wagencknecht (BSW) obtuvo el 12%, de manera que la formación del gobierno regional exigirá la concurrencia de varios partidos y no resultará sencilla de negociar. Pero ese será trabajo de Woidcke, con gran capacidad de generar asociaciones, mientras que Scholz puede respirar de alivio y encaminarse, aunque a trompicones, hasta las elecciones federales de otoño de 2025. Ante la victoria de AfD que avanzaban todas las encuestas y la pérdida de este bastión socialdemócrata, la política alemana regresaba a 2005, cuando el SPD perdió el feudo de Renania del Norte-Westfalia y el canciller Gerhard Schoder se presentó en el Bundestag a una moción de censura, lo que dio lugar a elecciones y cambio de gobierno.