Biden busca relanzar su campaña: anunciará nuevas restricciones en la frontera

El plan del presidente y candidato busca reducir los niveles históricos de entrada de inmigrantes indocumentados que se han registrado desde la pandemia de Covid-19. Desde 2021, se han batido récords cada año, con un total de cerca de dos millones de inmigrantes indocumentados detenidos en la frontera sur por año.

La orden ejecutiva establecerá que los inmigrantes que crucen la frontera de manera ilegal no podrán solicitar asilo y serán devueltos a México o a sus países de origen de manera inmediata. Esto ocurrirá cuando los niveles diarios de entrada de indocumentados superen un umbral que, según adelantaron fuentes de la Administración Biden a la prensa, se situará entre las 2.500 y 3.000 detenciones. En las últimas semanas, el nivel diario de detenciones ha superado las 3.500.

Noticia Relacionada

Hunter Biden El hijo del presidente que se enfrenta a 25 años de prisión

Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York

No es una propuesta novedosa. Donald Trump, el antecesor de Biden en la Casa Blanca y su rival en las presidenciales del próximo noviembre, ya firmó una orden similar en 2018. En aquella ocasión, los tribunales hicieron prevalecer el derecho a la petición de asilo y descarrilaron el plan de Trump, que solo consiguió reducir de forma limitada el número de entradas en 2020 gracias a una medida de salud pública relacionada con la pandemia.

A falta de conocer la orden de Biden, es difícil pensar que vaya a sobrevivir a las demandas en tribunales, que los grupos de derechos humanos preparan desde ayer, cuando se conocieron los planes. Más allá de la efectividad de la orden estará su efectividad en las urnas. La decisión de Biden completará un cambio de rumbo acentuado en la política migratoria del presidente de EE.UU., que prometió en sus primeros días en la Casa Blanca una regularización masiva de inmigrantes, por lo que los republicanos le acusaron de crear un 'efecto llamada' que todavía se nota hoy.

Con la llegada de la campaña electoral y con la presencia masiva de inmigrantes, que ha ahogado los recursos de las ciudades que acaban siendo su lugar de destino, Biden ha modificado su discurso. Este año, llegó a hablar de «cerrar» la frontera, para indignación de los sectores izquierdistas de su partido. Los demócratas impulsaron en el Congreso un plan, bendecido por Biden, con una propuesta similar a la que se presentará hoy: devolución de los solicitantes de asilo cuando se pasen ciertos umbrales, acompañado de partidas generosas para agilizar y mejorar los procesos migratorios.

La dinámica que ha permitido la llegada masiva de inmigrantes indocumentados a EE.UU. tiene dos elementos: el derecho al asilo, que piden de manera convencional todos los inmigrantes que cruzan la frontera; y la incapacidad de las autoridades para la detención y procesamiento de solicitudes. El resultado es que muchos de estos inmigrantes quedan en libertad a la espera de una cita con las autoridades migratorias.

Además de un complicado paso por tribunales, el plan Biden tendrá dos desafíos: conseguir que el Congreso apruebe más recursos y que México permita la devolución de inmigrantes, algo que ha permitido hasta cierto punto, pero a lo que podría oponerse. La próxima presidenta del país vecino y sucesora de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, ha asegurado que piensa mantener la cooperación con EE.UU. en materia migratoria.

Biden tiene previsto presentar su plan con la compañía de varios alcaldes de localidades fronterizas del sur de Texas, uno de los estados por donde entran los inmigrantes. Será otro efecto electoralista de Biden, que es consciente de que Trump le saca ventaja en campaña en inmigración. Según una encuesta reciente de Reuters/Ipsos, el 42% de los votantes preferían las políticas de Trump a las de Biden en este asunto. Y eso ocurre después de que el candidato republicano haya endurecido todavía más su discurso migratorio: a comienzos del año acusó a los inmigrantes de «envenenar la sangre del país» y en las últimas semanas repite que los inmigrantes «están creando un ejército desde dentro de EE.UU.».

El problema para Biden es que esta nueva propuesta le provocará más desencuentros con el ala izquierdista del partido, de la que no puede prescindir en su cita con las urnas en otoño.