Biden llega al discurso sobre el estado de la Unión sin popularidad y cuestionado para 2024
En su alocución, el presidente de EE.UU. tratará de convencer al país de que su gestión es efectiva, pese a lo que marcan las encuestas
Corresponsal en Nueva York
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Iniciar sesiónJoe Biden comparece esta noche ante el Congreso y ante todo EE.UU. en su discurso sobre el estado de la Unión (nueve de la noche, hora local; tres de la mañana del miércoles en España), una de las citas señeras del calendario político ... en EE.UU.
Su presidencia es un barco a la deriva y Biden tratará de utilizar el discurso para enderezar el rumbo y tratar de convencer al país y a la opinión pública de que su gestión está siendo efectiva, pese a lo que dicen las encuestas.
Biden se subirá al estrado en la sesión conjunta del Congreso en una posición de debilidad: será su primer discurso de este tipo con los republicanos en control de la Cámara de Representantes, sufre una impopularidad pertinaz y la posibilidad de que acuda a la reelección en 2024 no entusiasma ni a los votantes demócratas.
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Kevin McCarthy, el nuevo presidente de la Cámara Baja, estará detrás de Biden, al igual que Kamala Harris, presidenta del Senado en virtud de su cargo de vicepresidenta de EE.UU.
McCarthy y los republicanos van a ser un obstáculo en la agenda de gobierno de Biden, con la negociación del techo de deuda como primer puerto de montaña. Demócratas y republicanos deben llegar a un entendimiento antes de junio para no forzar a EE.UU. a una situación de impago -y las consecuencias nefastas que ello acarrearía- y las posiciones están muy alejadas: McCarthy y sus aliados exigirán recortes en gasto para ampliar el techo de deuda y Biden se resiste a tocar programas sociales.
El presidente utilizará el discurso para enfrentar a los republicanos con medidas populares, incluso en parte del electorado republicano: extender el límite de 35 dólares para tratamientos de insulina dentro Medicare -el seguro médico público para jubilados-, imponer un impuesto mínimo a multimillonarios, cuadriplicar el impuesto corporativo a la recompra de acciones… Pero también hablará de otras propuestas en las que encontrará menos oposición republicana: expandir la lucha contra la epidemia de opiáceos, mejorar los servicios de salud mental, poner coto a los abusos de las tecnológicas en la protección de datos o mejorar la cobertura social de los veteranos del ejército.
Biden también utilizará el discurso para defender los logros de su gestión. En los dos primeros años, consiguió acuerdos bipartidistas importantes: sobre todo, en la lucha contra la pandemia de Covid y en la aprobación de un programa de gasto histórico en infraestructuras.
El presidente también alardeará de la contención de la inflación desde el verano pasado y de los números excelentes del mercado laboral, con un índice de desempleo del 3,4%, un nivel no visto en EE.UU. desde 1969.
Todo ello, sin embargo, no se percibe en su popularidad. Su índice de aprobación se desplomó en el verano de 2021, ante la persistencia de una pandemia que prometió controlar, en medio de la bochornosa salida de su ejército de Afganistán y con una inflación que ya empezaba a notarse en los bolsillos de los estadounidenses. Se recuperó algo a finales del año pasado, con esa mejoría económica, pero el escándalo de los documentos clasificados encontrados en su oficina y residencia privada -y que diluyó el de Donald Trump- le ha vuelto a perjudicar: según el acumulado de encuestarás de 'FiveThirtyEight', el 43% de los estadounidenses aprueban su gestión, mientras que el 52% la suspenden.
Los éxitos que se apuntará esta noche no han calado, en cualquier caso, entre los estadounidenses: solo el 36% considera que ha conseguido «mucho» o «bastante» durante su presidencia, según una encuesta de The Washington Post/ABC. Ni siquiera tienen esa sensación en la faceta económica, donde los datos son positivos para Biden: el 58% suspende su gestión en este ámbito.
El presidente también llega a una de sus grandes noches con un futuro político incierto. No ha confirmado si se presentará a la reelección, pero ha dicho que esa es su intención. La percepción actual es la de un mandatario deteriorado y con muchas dudas sobre su capacidad de volver a ganar en las urnas. En 2024 concurriría a punto de cumplir 82 años y dejaría un eventual segundo mandato a los 86 años.
La posibilidad de que se quede en la Casa Blanca, de momento, no apasiona a nadie. Ni siquiera entre los demócratas: 58% prefiere que sea otra persona quien se presente.
Enfrente podría tener a Trump, al que tampoco ven con muy buenos ojos los republicanos -el 44% le quiere como candidato, el 49% prefiere otro-, aunque las encuestas le dan una ventaja mínima frente a Biden. Pero el actual presidente podría verse las caras con otros candidatos republicanos más fuertes que Trump, como Ron DeSantis, el gobernador de Florida, que sí tiene una ventaja más amplia respecto a Biden en las encuestas sobre un posible cara a cara.
El discurso será una oportunidad para rastrear señales de Biden más definitivas sobre sus ambiciones de reelección. Y también para ver después cómo EE.UU. responde a ellas.
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