Arce acusa a Morales de golpista por impulsar marchas contra su Gobierno

Pese a que la movilización fue denominada como la 'marcha para salvar a Bolivia' y que, según explicaron, exige al Gobierno solucionar la crisis económica de ese país, las autoridades bolivianas insisten en que Evo Morales busca presionar para ser habilitado en las próximas elecciones presidenciales del 2025, pese a que las leyes lo prohíben.

La marcha comenzó el martes en la localidad de Caracollo y pretende llegar a La Paz el próximo 23 de septiembre. En el camino, un grupo de seguidores del presidente Luis Arce esperaba y hubo enfrentamientos con golpes, piedras y petardos. Según el Ministerio de Salud, se registraron al menos 20 heridos, entre ellos también policías.

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«Morales ha ido muy lejos en su delirio», escribió en sus redes sociales el ministro de Justicia, Iván Lima, haciendo referencia al enfrentamiento registrado entre 'evistas' y 'arcistas'. Aseveró también que el tiempo del exmandatario «ha acabado».

Estas declaraciones se produjeron después de que Evo Morales declarara que «si el primer y segundo hombre abandonan al pueblo, está el tercer hombre del Estado», refiriéndose al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, afín al exmandatario. Según algunos analistas, la intención es desestabilizar al Gobierno para que exista sucesión constitucional. Rápidamente un diputado de la facción 'evista' salió a aclarar que Morales fue mal entendido y la marcha no busca la renuncia de las primeras autoridades bolivianas y son las organizaciones sociales que se autoconvocaron.

Otra autoridad que se pronunció al respecto es el ministro de Gobierno que afirmó que «el señor Evo Morales pasó de ser víctima de un golpe a ser un golpista confeso (...) busca a la fuerza sentarse en la silla presidencial», declaró. Esta semana también el presidente Arce acusó a Morales, en un mensaje televisado, de intentar acortar su mandato y orquestar un bloqueo de carreteras que, aseguró, se convertirá en un «golpe de Estado» en su contra para «imponer» su candidatura presidencial «a las buenas o a las malas».

Tras estas acusaciones, Evo Morales decidió abandonar la marcha, en el segundo día. Justificó su decisión explicando que las autoridades han «satanizado» la medida de presión e insiste en que la marcha «es del pueblo».

No obstante, organizaciones sociales de la ciudad de El Alto y mineros han salido a anunciar contramovilizaciones para frenar la llegada de los manifestantes a la sede de Gobierno. Los conflictos se registran en un contexto en el que Bolivia atraviesa una crisis económica por la falta de dólares, incremento de precios en productos de la canasta familiar y desabastecimientos de combustible en algunas estaciones de servicio.

Al respecto, el ministro de Economía declaró que la economía «no es inmune a los ataques» y señaló que Bolivia ya registró pérdidas de al menos mil millones de dólares en lo que va del año por conflictos similares.

Bolivia se enfrenta además a otras movilizaciones, como el bloqueo de carreteras a zonas rurales del departamento de la Paz. Campesinos opositores al Gobierno exigen medidas para contrarrestar la crisis económica, medida también convocada por Evo Morales.