Alemania enviará 4.000 soldados a Lituania para reforzar la frontera oriental de la OTAN

Ante la amenaza que supone la nueva situación, el presidente lituano, Gitanas Nauseda, ha solicitado a la OTAN «fortalecer» su flanco oriental. El líder báltico, que comparte fronteras con Rusia y Bielorrusia y organiza la cumbre de la OTAN de julio, ha alertado que «si Prigozhin o una parte del grupo Wagner está en Bielorrusia sin planes ni intenciones, eso simplemente significa que debemos fortalecer la seguridad desde nuestras fronteras orientales». «No estoy hablando solo de Lituania, sino también de toda la OTAN», ha dicho Nauseda, para quien el presidente ruso, tras la rebelión armada de Wagner, tendrá más dificultades porque ahora es «un rey desnudo». En inmediata respuesta a su solicitud, el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, presente también en Pabrade, ha anunciado la decisión de Alemania de estacionar permanentemente a 4.000 de sus soldados en Lituania, que se sumarán a los 1.500 ya en el país. «Hablamos de una brigada robusta, con equipamiento con sus familias», ha detallado sobre una brigada que funcionará como complemento del grupo de batalla multinacional de presencia avanzada EFP, bajo mando alemán.

Alemania fue el flanco oriental de la Alianza hasta el final del Pacto de Varsovia y siempre pudo confiar en la OTAN para proteger su seguridad y su libertad; ahora, como primera economía europea, está preparada para asumir su responsabilidad. El único «prerrequisito» mencionado por Pistorius es la disposición de «infraestructuras: barracones, áreas de entrenamiento y almacenes», que por su parte ha prometido el ministro lituano de Exteriores, Gabrielius Landsbergis. Lituania ha entablado además conversaciones con Polonia, para la realización de ejercicios militares conjuntos de sus fuerzas armadas en la defensa del «corredor Suwalki».

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En la jerga de la OTAN, el Suwalki Gap es la franja de tierra entre Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado, que se considera el punto débil de la alianza. En caso de guerra, se teme que el ejército ruso pueda utilizar este corredor para aislar a los Estados bálticos del resto de la OTAN con relativa rapidez. Según Nauseda, Duda le ha hecho «una oferta muy interesante» sobre un estacionamiento rotativo o permanente de soldados. Polonia reclama un papel de liderazgo entre los países socios en Europa Central y del Este y está mejorando su ejército como ningún otro país de la OTAN: este año el gasto militar es del 4% y el próximo será del 5% del PIB. El ejército de Lituania, un país con 2,8 millones de habitantes, cuenta con 20.000 soldados.

Todo refuerzo es poco y cualquier estacionamiento adicional pactado por el gobierno lituano contará con el visto bueno de Stoltenberg, a quien le preocupa además, en este escenario, cerrar cuanto antes la entrada de Suecia en la Alianza. El domingo habló por teléfono con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que tras la conversación ha formulado una última condición: Suecia debe impedir en su territorio las protestas de simpatizantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Considera que los cambios que Suecia ha concluido en su legislación antiterrorista son «insignificantes mientras los partidarios del PKK sigan manifestándose libremente en el país». Stoltenberg ha anunciado en Pabrade la celebración de una reunión de alto nivel en Bruselas, previa a la cumbre de julio, para cerrar los últimos flecos del asunto. Esta reunión convocará a ministros de Exteriores, jefes de servicios de información y asesores de seguridad nacional.

Stoltenberg tranquiliza: «de momento no hay indicios de que Rusia se esté preparando para usar las armas nucleares» estacionadas en Bielorrusia, pero Lituania siente la amenaza muy próxima. Los cazas de la misión báltica de la OTAN tuvieron que escoltar a un total de ocho aviones de combate rusos fuera de su espacio aéreo solamente la semana pasada, según el Ministerio de Defensa lituano. Volaban sin proporcionar un plan de vuelo, cuatro de ellos incluso con sus sistemas de navegación y transpondedor apagados, imposibilitando la comunicación por radio con las autoridades.