Ashton diseña la diplomacia de la UE según el patrón británico
El Parlamento Europeo envía una carta con duras críticas a la Alta Representante
Los portavoces de todos los grupos de la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo han enviado una carta a la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, en la que manifiestan su preocupación por la organización de la unidad de mando de la diplomacia europea ... y por la casi total ausencia de mujeres en la misma.
Las quejas sobre organización van dirigidas a la precaria estructura del departamento de Gestión de Crisis y Construcción de la Paz, con serias dudas sobre la capacidad de la unidad para hacer frente a una grave crisis internacional: «No nos queda claro en qué forma su compromiso con las estructuras necesarias para la Gestión de Crisis se reflejan en el organigrama» de la Dirección Central del Servicio Europeo de Acción Exterior.
El problema de fondo es la concepción estratégica del Servicio. Ashton le ha dado un carácter eminentemente británico. No sólo porque ha repartido los puestos clave entre diplomáticos del Reino Unido y países nórdicos. También por la forma en que ha diseñado algunos departamentos estratégicos, como el de Gestión de Crisis. Al frente del mismo ha puesto al italiano Agostino Mozzo, un hombre de Berlusconi familiarizado con la gestión de catástrofes naturales, pero no con crisis internacionales. Lo que, unido a la precariedad de personal y de recursos suscita la duda de si lo que busca Ashton es dar un perfil bajo a la unidad. Para que actúe en caso de un terremoto en Pakistán, por ejemplo, pero no tanto en una crisis internacional en los Balcanes o Afganistán, explican fuentes familiarizadas con la organización del Servicio de Acción Exterior.
Catherine Ashton no ha participado en ninguna reunión informal de ministros de Defensa de UE, y sus apariciones en las reuniones formales han sido de «visto y no visto». Su estrategia ha sido siempre la de mantener un perfil bajo en las grandes crisis internacionales. En la de Túnez, su papel fue tan bajo, tan bajo, que terminó siendo inexistente. Nada sorprendente, por otro lado, que un representante británico opte por una estrategia minimalista en la UE. «Es una opción estratégica», insisten las fuentes.
En su carta de reprimenda, el Parlamento Europeo exige a Ashton que cambie su planteamiento de la organización de la Unidad Gestión de Crisis si desea que la Eurocámara levante «la reserva» que mantiene sobre el presupuesto de la Unión asignado al Servicio Europeo de Acción Exterior. Y es que el poder de codecisión sobre el presupuesto de la Unión es el arma más disuasoria de que dispone la Eurocámara.
En la misma misiva, los europarlamentarios se declaran «profundamente decepcionados por el número sorprendentemente bajo de mujeres en puestos de responsabilidad». «En particular, de los doce miembros del consejo de dirección tan solo uno es mujer». La única agraciada ha sido la alemana Helga Schmid, nombrada vicesecretaria general. «Con unos veinte puestos que todavía deben ser cubiertos entre jefes de unidad y otros de mayor rango, le urgimos a que corrija este insostenible desequilibrio», sentencia la misiva de la Eurocámara.
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