Los olvidados de Darfur
Sudán mira con avidez la producción de crudo en esa región
Los olvidados de Darfur
A Iman Yussuf, hablar del referéndum de independencia de Sudán del Sur le transfigura el rostro.
«Los darfureños somos los eternos vilipendiados de Sudán. Y esto es solo una cortina de humo», denuncia este refugiado originario de la localidad de Zalingei (cercana a la ... frontera con Chad) y que, en la actualidad, regenta una tienda de ropa en la capital de Sudán del Sur, Juba. «El mayor problema del plebiscito de secesión —iniciado el pasado domingo— es que permitirá el olvido de los crímenes cometidos en Darfur por el Gobierno de Omar al Bashir», reconoce Ahmed Aden, otro de los numerosos emigrantes darfureños residentes en la capital sur sudanesa.
El pasado noviembre, John Kerry, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., aseguró que su país eliminaría a Sudán de la lista de países que promueven el terrorismo, si la consulta popular se llevaba a cabo con transparencia. Una declaración de intenciones que pondría fin a más de una década de desencuentros entre EE.UU. y Sudán desde que, en 1993, la Administración Clinton acusara a Jartún de dar hospedaje a milicianos islamistas, incluido el líder de Al Qaida, Osama Bin Laden . Y lo más preocupante sería dotar de credibilidad democrática a un presidente, Omar al Bashir, perseguido por el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la humanidad en la región de Darfur.
Con tendencia a empeorar, pero sin estado de guerra
«Hay señales claras de que la situación en Darfur está empeorando. Sin embargo, la comunidad internacional no logra controlar y responder adecuadamente a lo que está ocurriendo», reconocía recientemente Henry Jehanne, investigador de la organización Human Rights Watch, quien advertía del recrudecimiento en los combates entre las tropas leales al Gobierno y los rebeldes del Movimiento de Liberación de Sudán. Todo ello, pese a que, a mediados de 2009, el comandante saliente de la operación híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en la región (UNAMID), Martin Luther Agwai, anunció que Darfur ya no se encontraba en estado de guerra y que el conflicto había finalizado.
Sin embargo, ante la más que posible sangría de divisas que la segregación del sur provocará en Sudán, el interés de Jartún en este territorio se acrecienta en los últimos meses.
La apuesta no es menor. En la actualidad, la región produce cerca de 30.000 barriles de crudo diarios, que servirían de parche a la maltrecha economía sudanesa. Y con un Bashir en estado de gracia, todo es posible en Darfur.
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