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Los bebés robados sientan a Videla en el banquillo

El ex dictador argentino vuelve al banquillo, acusado de apropiación indebida de bebés y menores secuestrados durante el último régimen militar

Los bebés robados sientan a Videla en el banquillo EFe

CARMEN DE CARLOS

El ex dictador argentino, Jorge Rafael Videla, -condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad-, vuelve hoy al banquillo de los acusados. Lo hace en compañía de una decena de ex altos mandos y represores emblemáticos. Todos ellos están considerados por la Justicia argentina responsables de formar parte de un plan sistemático de apropiación indebida de bebés nacidos en cautividad y menores secuestrados a sus padres durante el último régimen militar (1976-83).

«Son los únicos desaparecidos con vida» . Así los definió la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Su nieto, Guido, al que nunca conoció, es uno de los muchachos arrebatados a sus madres al nacer en un centro clandestino de la dictadura. Historia similar vivió la nieta del poeta argentino Juan Gelman, Macarena, identificada y recuperada hace unos años en Uruguay. Los casos de estos dos jóvenes, -el primero todavía en paradero desconocido-, son parte de los 33 que se juzgan hoy en el Tribunal Oral Federal número 6 de Buenos Aires.

Videla, de 85 años, fuel el primer presidente de facto de la dictadura y Reynaldo Benito Bignone, de 83, el último. Entre uno y otro actuaron militares de la peor especie como el capitán Jorge «Tigre» Acosta, el ex general Santiago Omar Riveros, el ex almirante Antonio Vañek, el ex prefecto Jorge Azic, el marino Rubén Franco y el médico José Luis Magnacco. Todos están acusados de sustración, retención, ocultación y sustitución de identidad de menores de 10 años , cuyos padres, en su mayoría, pertenecían a movimientos guerrilleros de los años 70 (Montoneros y Ejército Revolucionario del Pueblo).

De acuerdo con las estimaciones judiciales, a lo largo de este año se escucharán testimonios de casi cuatrocientos testigos. Algunos de estos, de sobrevivientes de la Escuela Mecánica de la Armada. La Esma, según sus siglas, estaba considerado el campo de concentración más sangriento del régimen, disponía de una maternidad clandestina, hornos para quemar a los detenidos desaparecidos y mazmorras que llegaron a albergar a unos cinco mil prisioneros.

La causa data de catorce años atrás , cuando las Abuelas presentaron una denuncia recurriendo a una figura general y no individual como es «el plan sistemático» desarrollado por los militares. Según datos de su organización medio millar de niños habrían sido arrebatados a sus familias. Hasta la fecha han logrado recuperar a 102.

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