Los egipcios vuelven a llenar Tahrir
Miles de manifestantes atacan el muro que protege la embajada israelí en El Cairo
PAULA ROSAS
Si hace siete meses los cánticos de la plaza Tahrir elogiaban el papel del Ejército en la revolución egipcia, hoy la junta militar que tomó las riendas del país con la promesa de conducirlo a la democracia se ha encontrado con un público mucho menos ... adulador. La paciencia de los manifestantes se está agotando, como han podido demostrar hoy en la primera protesta multitudinaria después del Ramadán, donde han exigido a los gobernantes militares un calendario concreto de reformas democráticas y el fin de los juicios militares para los civiles.
Uno de los blancos de las críticas es el líder del Consejo Superior de las Fuerzas Armadas, el mariscal de campo Hussein Tantaui , un hombre que procede del entorno más cercano del expresidente Hosni Mubarak y que, con el paso de los meses, ha comenzado a personificar a ojos de los manifestantes todo lo que marcha mal en el país. Gritos de «salid a las calles, Tanataui es Mubarak» resonaban hoy en Tahrir.
La protesta de hoy también ha puesto de manifiesto la división, ya casi irreconciliable, entre manifestantes seculares, que han organizado la marcha de hoy , e islamistas, que no se han sumado. En julio, salafistas y otros grupos que defienden una versión muy conservadora del Islam protagonizaron una demostración de fuerza con una manifestación propia y multitudinaria, en la que exigieron un mayor papel de la religión en el nuevo Egipto.
Disturbios en la embajada israelí
Un grupo de manifestantes se ha desplazado a media tarde a la embajada israelí, en el barrio de Doqi, donde han intentado derribar el muro de hormigón que esta semana se había instalado en su perímetro para proteger al edificio de las protestas. Con la caída del régimen de Mubarak y tras el último incidente en la frontera con Israel, donde militares hebreos mataron a cinco soldados egipcios por error, el sentimiento antiisraelí se ha disparado en Egipto y muchos piensan que el nuevo gobierno no puede seguir ignorando a la opinión pública en lo que se refiere al vecino hebreo.
Los manifestantes, que aún continúan frente a la legación diplomática israelí, situada en el piso 17 de un bloque de apartamentos, han utilizado martillos, palos y cuerdas para arrancar pedazos del muro e incluso han conseguido tirar abajo varias de las planchas de hormigón que componen la barrera.
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