Una «viuda negra» suicida se enroló en la guerrilla a través de internet

«Se confirma la versión de que las acciones terroristas fueron perpetradas por bandas vinculadas con el Cáucaso Norte. Conocemos personalmente a los organizadores», aseguró el jefe de los servicios secretos rusos sin facilitar ningún nombre. Según sus declaraciones, hay ya detenidos. Por otro lado, fuentes anónimas de las fuerzas de seguridad rusas, citadas por el diario Kommersant y la agencia Life News, sostienen que también ha podido ser establecida la filiación de las dos suicidas de Moscú.

Según ambas publicaciones, la más joven se llama Marja Ustarjánova, de 20 años, viuda del jefe guerrillero Said Ammin Jizríev de Gudermés (Chechenia). Kommersant cuenta que la joven conoció la guerrilla separatista por internet, después se unió a sus filas y se fue a las montañas.

Allí se casó con Jizríev, quien fue abatido, el pasado otoño, cuando preparaba un atentado contra el presidente checheno, Ramzán Kadírov. Ustarjánova decidió entonces vengar la muerte de su esposo participando en el ataque del pasado lunes en la estación de metro de «Lubianka».

De su compañera, la que 40 minutos más tarde se hizo saltar por los aires en la estación de «Park Kulturi», no se ha dado a conocer nombre y apellidos, pero sí que es algo mayor, que fue cónyuge del jefe guerrillero daguestaní, Umalat Mahomédov, y que es de Kizliar. Mahomédov fue eliminado por el servicio secreto ruso durante una operación el pasado diciembre.

Kommersant señala que las dos terroristas fueron adiestradas por el grupo de Said Buriátski, muerto en febrero, pero estaban a las órdenes del máximo jefe de los separatistas islámicos chechenos, Dokú Umárov, que reivindicó el miércoles los atentados.

Mientras Medvédev reunía en Majachkalá a los líderes de las repúblicas norcaucásicas para afinar el dispositivo antiterroristas, no muy lejos de allí, cerca de Jasaviurt, junto a la frontera con Chechenia, explotaba un vehículo, matando a dos ocupantes e hiriendo un tercero. La Policía cree que se trata de tres terroristas, a los que se les detonó involuntariamente la carga que transportaban. El día anterior en Kizliar, dos suicidas causaron 12 muertos.

En Moscú, enterraron ayer a 13 de los 39 muertos en el doble atentado del metro. Hay todavía hospitalizadas 88 personas. El presidente ruso afirmó en Daguestán que «debemos ampliar las medidas en la lucha antiterrorista, que deben ser no sólo más eficientes, sino también más severas, inmisericordes y preventivas».