Assange adopta una estrategia conciliadora para evitar su extradición a Suecia
El líder de Wikileaks cambia el equipo de abogados que le representa en el recurso ante un tribunal londinense
Borja Bergareche
Dos jueces del Tribunal Superior de Londres han dado inicio esta mañana al juicio en apelación para estudiar el recurso presentado por Julian Assange , líder de Wikileaks, contra su extradición a Suecia por un delito de violación y tres de agresión sexual .
Tranquilo, con traje negro y camisa blanca, con corbata azul y con muchos menos seguidores en la puerta que en su primer encontronazo con la Justicia británica en diciembre, el activista australiano se ha presentado con un equipo nuevo de abogados y una nueva estrategia de defensa para evitar que el Reino Unido acepte la orden de extradición contra él solicitada por Suecia en noviembre.
Assange, que el año pasado promovió en colaboración con varios diarios tres filtraciones masivas de documentos clasificados de Estados Unidos, es acusado por la Fiscalía sueca de un delito de violación y tres de agresión sexual por sus encuentros sexuales con dos mujeres suecas, SW y AA , durante una visita a Suecia a mediados de agosto de 2010. SW acudió a la policía, y AA se ofreció a acompañarle, para explicar que se sintió forzada a tener sexo sin usar preservativo. Su declaración puso en marcha la investigación en curso.
En diciembre, Assange, residente en Inglaterra en la época, se entregó y fue arrestado por la policía británica en cumplimiento de la orden europea de extradición que pesaba sobre él, y desde entonces permanece en arresto domiciliario.
En febrero, un juez británico consideró procedente la extradición, a pesar de la agresiva estrategia de defensa de sus abogados, que alegaron que Marianne Ny , la fiscal sueca que había reactivado la investigación sobre Assange después de que un fiscal de menor rango la archivara, era una feminista radical que actuaba con «odio hacia los hombres» y que se habría extralimitado al emitir una orden europea de arresto contra un hombre sobre el que, a día de hoy, la Justicia sueca no ha presentado ningún cargo concreto.
Primeras espadas para su defensa
Para la defensa de su recurso de apelación contra la decisión del pasado mes de febrero, Assange comparece este martes y mañana con un renovado equipo de primeras espadas para su defensa. Ha prescindido de Geoffrey Robertson , el abogado que presentó su alegato en primera instancia, y se ha rodeado de Ben Emmerson, un conocido experto en el sistema europeo de derechos humanos, y Gareth Peirce , la abogada de los «cuatro de Gilford», caracterizada por la actriz Emma Thomson en la película «En el nombre del padre», sobre cuatro jóvenes irlandeses acusados injustamente de poner una bomba del IRA en un pub de la localidad de Gilford.
La defensa ha dejado de lado las tesis anteriores de la defensa, en un gesto interpretado como de conciliación hacia los jueces. Su estrategia actual, desvelada hoy, cuestiona que la acusación de violación, la más grave de las cuatro que pesan sobre Assange y que llevaría a una extradición casi automática, sea aplicable a los hechos, tal y como son descritos por la Fiscalía sueca.
Según la legislación sueca, la simple declaración por parte de una mujer de haber mantenido relaciones sexuales sin pleno consentimiento con un hombre activa la acción penal por un delito de violación. La defensa ha recuperado algunos de los argumentos empleados por el equipo de Peirce en el caso del etarra Iñigo Makazaga Castillo, extraditado a España en 2006 tras un largo proceso de extradición de cinco años, cuando aún no estaba en vigor la orden europea de arresto.
Assange, que se aloja en la mansión de un conocido millonario y periodista inglés , volverá mañana al tribunal para el segundo día de sesiones.
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