Los ultras alemanes se distancian de su ala más radical

Meuthen ha insistido en que el plazo se mantiene y en que El Ala deberá buscar el formato adecuado para ceñirse a la resolución adoptada por la presidencia. Fuentes del partido aseguran que los estrategas del ala, Björn Höcke y Andreas Kalbitz, determinarán en los próximos días los pasos a seguir, pero desde la dirección de Turingia, región dominada por el Ala, deslizan que la resolución de desmarque es solo maquillaje para evitar daños electorales al partido en el resto de Alemania y señalan como prueba de esta versión el hecho de que, después de todo, Höcke permanece en el partido. La prohibición de El Ala no exige su retirada ni cambia la actitud radical de sus seguidores.

Nunca ha habido una lista de partidarios de El Ala ni se lleva contabilidad de sus seguidores, pero la Oficina de Protección de la Constitución calcula que unos 7.000 miembros de AfD sienten que pertenecen o respaldan esta facción, basándose en la cantidad de asistentes a la reunión anual de Kyffhäuser. Allí se dan cita los seguidores de Höcke, un maestro en bordear la legalidad con discursos etnicistas en los que incita al resentimiento y a la acción contra los extranjeros y que coquetea abiertamente con el neonazismo.

Otra de las preocupaciones de la directiva de AfD es el descenso en las encuestas que está sufriendo el partido en la crisis del coronavirus. La encuesta de Forsa para RTL, publicada este fin de semana, registra un aumento de la CDU de Merkel , hasta el 32%, recuperación de tres puntos porcentuales que son precisamente los mismos que pierde AfD, que desciende hasta el 10%. El electorado alemán ha entendido que la crisis sanitaria dará lugar a otra crisis económica en la que el votante busca un gobierno solvente en la gestión de dificultades económicas y esta percepción está beneficiando el regreso del voto conservador a las filas cristianodemócratas. Concretamente, el 62% de los encuestados considera que la economía empeorará considerablemente en los próximos meses, loq ue supone un aumento del 12% del pesimismo. También importa a los votantes la gestión de la crisis del coronavirus en términos sanitarios y políticos. Un 94% de los encuestados dijeron que es el tema más importante que tiene entre manos el gobierno alemán, un porcentaje de preocupación que no se alcanzaba en Alemania desde los atentados del 11-S.