Las empresas primero, las familias después, sufrirían un desplome económico al menos tan duro como el del 2020, año de la pandemia. España no se vería afectada por el suministro, pero la escalada de los precios golpearía ferozmente a nuestros bolsillos.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete