Timoshenko protesta con una huelga de hambre por el fraude en las elecciones

Por eso la ex primera ministra, Julia Timoshenko, hospitalizada en régimen carcelario, se ha declarado en huelga de hambre mientras los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) han calificado de «paso atrás» esta convocatoria en comparación con las precedentes.

Con el 70% de las papeletas escrutadas, el Partido de las Regiones va en cabeza con el 33,41% de los votos y le sigue la coalición de Timoshenko, Batkívshina (Patria) con el 23,04%. Inesperadamente, el Partido Comunista, aliado de Yanukóvich, se ha colocado en tercera posición con el mejor resultado desde la desintegración de la URSS, el 14,48%.

La fuerza que lidera el campeón mundial de boxeo, Vitali Klichkó, la Alianza Democrática Ucraniana por las Reformas (UDAR), se ha deslizado hasta la cuarta posición con el 13,16% de los sufragios. La lista de formaciones que logran obtener escaños se cierra con el grupo ultranacionalista «Svoboda» (Libertad) con un 8,97%. También un resultado histórico.

«En Ucrania se han celebrado las elecciones más sucias que se conocen desde que Ucrania es independiente» , señalaba ayer Timoshenko en un comunicado escrito desde la clínica de Járkov, en donde está recluida, y dado a conocer por sus abogados. Por esta razón, la que fue heroína de la Revolución Naranja de 2004, anunciaba que volvía a ponerse en huelga de hambre . Según un recuento paralelo realizado por sus seguidores, el Partido de las Regiones no habría pasado del 30% y los comunistas del 11%.

El veredicto de la OSCE tampoco fue favorable a las autoridades ucranianas, aunque no parece que se vaya a plantear en absoluto la posibilidad de sanciones. Sus observadores denunciaron el uso abusivo del «recurso administrativo», la falta de transparencia en la financiación de la campaña y el papel excesivo que ha tenido el dinero.

Dentro de la Presidencia y del Gobierno de Ucrania, así como entre los analistas afines, existe el convencimiento de que el Partido de las Regiones y los comunistas terminarán consiguiendo la mayoría absoluta a costa de los diputados elegidos en las circunscripciones uninominales y de los independientes dispuestos a ofrecerse al mejor postor.