Turquía emite una orden de arresto contra un exagente de la CIA

Concretamente, la orden acusa a Fuller de «intentar derrocar al gobierno de la República de Turquía y obstruir sus funciones», además de «obtener información estatal que debe mantenerse en secreto para propósitos de espionaje político y militar» e «intentar destruir el orden constitucional», según recoge el periódico turco Hurriyet. La acusación, emitida como parte de una investigación más amplia sobre la cofradía de Fetulá Gülen por la Oficina Contra el Terror y el Crimen Organizado de la Fiscalía de Estambul, apunta que Fuller estuvo en Turquía durante el intento de golpe de Estado el 15 de julio de 2016, abandonando el país poco después del fracaso de la toma militar.

Asimismo, la acusación afirma que Fuller –que ahora trabaja como profesor de historia- estuvo en contacto con el académico estadounidense Henri Barkey, a quien Turquía también emitió el mes pasado una orden de arresto. Barkey, en su caso, es acusado por los fiscales de organizar y coordinar el intento de golpe en una reunión en la isla Büyükada de Estambul entre el 15 de julio y el 16 de julio de 2016. Así, ahora los fiscales alegan que Fuller también participó en esta reunión.

De hecho, incluso después del intento de golpe de Estado, Fuller no ha escondido ciertas simpatías por Gulen. En un artículo publicado en Huffington Post que ha sido criticado por medios turcos progubernamentales, Fuller manifestaba una semana después del golpe fallido su confianza en que Hizmet –el movimiento islámico fundado por Gulen- «representa una de las caras más alentadoras del islam contemporáneo en el mundo». Fuller es autor de diversos libros sobre cuestiones relacionadas con el islam y política internacional que, en mayor medida, giran alrededor de Turquía.

La orden de arresto a Graham Fuller llega en un momento en que unas 240 personas han sido detenidas en Turquía en los últimos dos días –jueves 30 de noviembre y viernes 1 de diciembre- por presuntos vínculos gulenistas. La policía lanzó redadas simultáneas en 49 provincias de toda Turquía, con el objetivo de calar en la estructura militar del grupo. Casi un año y medio después del fallido golpe, las consecuencias de aquel 15 de julio de 2016 siguen latientes.