Opositores pacíficos se encierran en varias iglesias de Cuba para pedir que el Papa se reúna con ellos

El director provincial de La Habana del partido, Julio Beltrán Iglesias, explicó a ABC por teléfono que opositores del PRC y de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (Flamur) se sumaron a esta protesta en iglesias de las provincias de Santiago de Cuba, Holguín (San Isidoro), Las Tunas (San Jerónimo) y Pinar del Río.

La iglesia habanera se encontraba rodeada por miembros de la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria, según el mismo portavoz, que precisó que los teléfonos móviles de los opositores encerrados estaban «cortados». Al parecer el canciller del Arzobispado de La Habana, monseñor Ramón Suárez Polcari , se acercó hasta el templo para tratar de disuadir a los trece disidentes.

Otras fuentes del partido consultadas insisten en que el «encierro pacífico no es contra la Iglesia católica ni el viaje de Benedicto XVI a la isla, sino que es una herramienta para que el mundo sepa que en Cuba existe oposición».

La bloguera crítica Yoani Sánchez consideró «invasiva e irrespetuosa la toma de un recinto religioso para hacer llegar una carta al Papa, que se puede hacer a través del Arzobispado». Entre las primeras exigencias del PRC figuran la libertad sin condiciones de los presos políticos, el fin de la represión o el aumento de los salarios y pensiones acorde con el coste de la vida.

También las Damas de Blanco han pedido al Pontífice que les conceda «un minuto» de su tiempo en Cuba. Berta Soler , la portavoz de este grupo de mujeres familiares de presos y expresos políticos, aseguró hace pocos días que le «estamos pidiendo a Su Santidad que se reúna aunque sea un minuto con las Damas de Blanco para explicarle nuestra situación y la de los presos políticos que no han sido liberados».

Una representación de las Damas fue recibida hace una semana por monseñor Suárez Polcari en el Arzobispado de La Habana, a quien le pidieron que transmitiera esta solicitud al cardenal Jaime Ortega, informa Efe. La posibilidad de que se celebre un encuentro entre el Santo Padre y la disidencia interna será «muy difícil» , fue la respuesta que adelantó el prelado, relata Berta Soler.