Ben Brafman, defensor de Strauss-Kahn, el abogado de los famosos

El abogado de 62 años que vive en Nueva York, se graduó en el Brooklyn College y estudió derecho en la Ohio Northern University, está acostumbrado a defender a las estrellas. Y hasta a llorar por ellas, como hizo en el tribunal cuando P-Diddy quedó libre de los cargos de posesión de armas y soborno.

Cuando se unió a su colega Mark Geragos en California para defender al fallecido rey del pop , Brafman declaró al diario neoyorquino: "No soy un snob. Soy un auténtico abogado. Eso es lo que me diferencia de la gente que simplemente practica la abogacía. Mis clientes pueden ser conocidos o polémicos, y otros abogados dirán que no representan a gente así. Pero eso es porque no saben hacerlo".

Ahora tiene entre manos otro caso de una celebrity, esta vez política. Y seguramente DSK lo haya elegido porque Brafman, según la revista New York Magazine , es el tipo de abogado que consigue la libertad "para gente que nadie lo esperaría".

Ahí están como ejemplo dos de sus casos más sonados. James Patino , absuelto en 1990 del asesinato del adolescente negro Yusuf Hawkins en Bensonhurst. O Vincent Basciano, uno de los 10 acusados en 1994 en un macrojuicio de distribución de heroína. Basciano salió libre porque Brafman convenció al jurado de que su cliente hablaba sobre juego ilegal, y no drogas, en las conversaciones pinchadas por la policía.