Los abogados de Strauss-Kahn rechazan un pacto con la Fiscalía
El caso sacude al socialismo francés y favorece a la extrema derecha
E. J. BLASCO/J. P. QUIÑONERO
Los abogados de Dominique Strauss-Kahn (DSK) han rechazado cualquier pacto con la Fiscalía de Nueva York y aseguran que el ex director del FMI no se declarará culpable de ningún delito menor con el fin de evitar el juicio, aunque esa implicación no le ... supusiera tiempo de prisión. «No contemplamos más que la completa exoneración», ha dicho su abogado, Ben Brafman.
Así se lo comunicó Brafman al fiscal, Cyrus Vance, en un encuentro mantenido el miércoles, en el que este trataba de buscar una salida pactada. Los investigadores siguen buscando más pruebas que sustenten que el encuentro sexual mantenido el 14 de mayo en un hotel de Manhattan fue forzado y no voluntario. La Fiscalía tiene que decidir si retira los cargos o va a un juicio que podría perder, pues se basaría en la palabra de Strauss-Kahn contra la de la limpiadora que le denunció y ésta ha mentido en varias ocasiones a las autoridades.
El abogado de la denunciante, Kenneth Thompson, ha pedido al fiscal que se aparte del caso por querer buscar un pacto con el acusado, pero Vance ha declinado inhibirse. A la vez que Thompson advierte que ciertas inconsistencias de la limpiadora no son tales, sino malinterpretaciones.
Convulsión en Francia
El «escándalo Strauss-Kahn», mientras tanto, sacude al socialismo francés, difundiendo amenazantes cantidades de «informaciones» tóxicas sobre todo el paisaje político nacional, que solo benefician a la extrema derecha. Manuel Valls, aspirante a la candidatura socialista, ha resumido la situación con cierta brutalidad: «No se puede hacer política cuando un torrente de mierda inunda cada día la escena nacional».
La mayoría silenciosa parece pensar algo muy parecido. Según un sondeo de «Le Figaro» y «La Chaîne Info» (LCI), un 65 por ciento de franceses no desean que DSK sea candidato a la elección presidencial, incluso si terminara bien el folletón judicial neoyorquino. Un 74 por ciento de franceses están convencidos de que DSK ni podrá ni deseará ser candidato a la presidencia de la República. El rechazo social contra DSK afecta al PS y al resto de la clase política, en distinta medida. Para los aspirantes a la candidatura socialista, Martine Aubry, François Hollande, Ségolène Royal, Manuel Valls y Arnaud de Montebourg, los «petardos fétidos» de DSK, eclipsan todos sus vanos intentos de «pasar página».
Más allá del electorado socialista, hay una franja social significativa de clases populares y clases medias, que interpretan el escándalo Strauss-Kahn como un nuevo «síntoma» de la corrupción de las elites políticas. Esas son las franjas sociales que cultiva con éxito la extrema derecha de Marine Le Pen.
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