Las sombras sobre su curriculum complican la designación de Conte

Mattarella hubiera deseado que al menos en ese gobierno elegido por Di Maio y Salvini hubiese incluido un ministro de Economía, cargo clave en el ejecutivo, respetuoso con las reglas del juego europeas, en particular con el euro. Sin embargo, le presentaron un nombre que representa justo todo lo contrario: Paolo Savona, 82 años, prestigioso economista pero claramente opuesto a la moneda única. Un nombre impuesto por Matteo Salvini, que llega incluso a desafiar a Mattarella al subrayar que «no puede haber un veto» a los nombres propuestos, en clara referencia a Giusepope Conte y Savona.

La Constitución italiana otorga al presidente de la República un papel relevante en una crisis de gobierno. No es un simple notario, como hubiera sido el deseo de los dos líderes populistas. Para restaurar esa dignidad institucional, Sergio Mattarella, en lugar de formalizar de inmediato el encargo a Giuseppe Conte como primer ministro, se tomó hoy una jornada más de reflexión y recibió a los presidentes de la Cámara de diputados y del Senado. No han sido horas tranquilas, porque sobre el profesor Conte se ha desatado una tormenta que deja sombras y dudas sobre su brillante curriculum de 19 páginas , donde figuran cursos y estancias en algunas de las universidades más prestigiosas del mundo, entre ellas Yale, Duquesne, Viena, Sorbona y Nueva York.

El problema es que en esta última no aparece en sus archivos. «Una persona con ese nombre (Giuseppe Conte) no se encuentra en nuestros registros, ni como estudiante ni como miembro de la facultad», ha manifestado un portavoz de la N ew York University (NYU) a Jason Horowitz, corresponsal en Italia del diario New York Times. En el curriculum publicado por la Asociación italiana de profesores de Derecho Civil se lee que Conte ha perfeccionado sus estudios jurídicos en la New York University «en el 2008 y en el 2009». Pero una portavoz de la NYU, Michelle Tsai, ha dicho que no existe huella de su nombre, especificando que Conte «podría haber frecuentado cursos de uno o dos días que no se registran oficialmente».

Esto contrasta con el curriculum enviado a la Cámara de diputados para las elecciones a ser miembro del Consejo de presidencia administrativa: Giuseppe Conte declara el «haber transcurrido cada verano, desde el 2008 al 2012, al menos un mes en la Universidad de Nueva York», cosa que no consta en los archivos oficiales de la NYU. En Wikipedia se canceló durante alguna hora la biografía del profesor Conte y después reapareció pero con la eliminación de la referencia a la universidad de Nueva York. Su curriculum ofrece dudas también sobre el cargo en el grupo de Justicia Social ante la Unión Europea, «un órgano que no existe». En fin, el curriculum especifica un curso de perfeccionamiento de estudios jurídicos en Viena en el International Kulturinstitute, pero este centro ha precisado que no organizan cursos para juristas, sino para el estudio de idiomas.

Ante la información del New York Times, el diputado del Partido Democrático, Michele Anzaldi, ha asegurado que, de confirmarse, «estaríamos ante un caso gravísimo».

Otra sombra más, también preocupante, se cierne sobre el profesor Conte, según publican los medios italianos. Giuseppe Conte fue el abogado para un caso ligado a Stamina, un método a base de células estaminales ideado por Davide Vanoni, un personaje muy discutido que llegó a ser arrestado. La comunidad científica mundial y la magistratura italiana condenaron su método, porque se comprobó que no era nada científico y Vanoni se aprovechaba económicamente de algunos pacientes. Giuseppe Conte asistió legalmente como abogado, en el 2013, a la familia de una niña enferma a la que le fue suministrado el tratamiento terapéutico Stamina . Conte obtuvo la luz verde de un tribunal para que la niña pudiera continuar con el tratamiento no aceptado científicamente, convenciendo a los padres de la niña enferma para que trasladaran la residencia desde Florencia a Livorno. Giuseppe Conte figura también con la actriz Gina Lollobrigida y su manager Andrea Piazzola, entre los promotores de una fundación polémica que lucha por la «libertad de cura».

Aparte de este historial con sombras, la gran preocupación de Mattarella está en la escasa competencia de Giuseppe Conte en la administración del Estado, aunque sea un profesor respetado por su curriculum. El presidente de la República teme que Conte se convierta en un primer ministro con una autonomía muy limitada. Está claro que los dos líderes populistas, Di Maio y Salvini, han mentido. Dicen que Conte será un jefe de gobierno político, pero nadie los cree porque Conte es un técnico que deberá estar al servicio del programa de los populistas. ¿Cabe imaginarse a Conte en las reuniones del G7 o del Consejo europeo decidir sin consultar previamente a Di Maio y Salvini?, se interrogan los diarios italianos, que no ven a Giuseppe Conte con la suficiente independencia.