Siria celebra elecciones en mitad del caos

El régimen está realizando un gran esfuerzo para presentar estos comicios como un signo claro de su voluntad reformista . «Al tomar parte en estas elecciones, los sirios están desafiando la campaña de terrorismo y agresión liderada por elementos internacionales y regionales implicados en una guerra terrorista contra nuestro país», ha declarado el ministro de Información, Adnan Mahmud.

Las autoridades han tomado numerosas precauciones para tratar de asegurarse que las elecciones se celebran con una normalidad al menos aparente. «Han sido dadas las instrucciones necesarias a los comandantes policiales y sus unidades para que garanticen la seguridad de las elecciones» , dijo ayer el ministro del Interior, Mohammad Ibrahim Al Shaar.

Eso no quiere decir que el país esté en calma, ni mucho menos, a pesar del evidente descenso de la violencia en las últimas semanas. Ayer se produjeron combates en la provincia de Deir Az Zor, cuando un contingente rebelde atacó una posición de tanques. Tropas leales al gobierno, por su parte, bombardearon la localidad de Arida, en la provincia de Homs, y al menos seis personas, incluyendo a dos desertores del ejército, murieron a manos de las fuerzas del régimen, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El sábado, diversas explosiones tuvieron lugar en las ciudades de Aleppo y Damasco, matando a un mínimo de cinco personas.

Los observadores de las Naciones Unidas visitaron las localidades de Zabadani, cerca de Damasco, y Dael, en Daraa. De acuerdo con los residentes de esta última localidad, el ejército comenzó a bombardearla poco después de la salida de los observadores, hiriendo a varias personas. Los Comités de Coordinación Local aseguran que se han producido explosiones durante la mañana de hoy en esta misma ciudad.

Por ello, prácticamente todas las facciones de la oposición se han mostrado contrarias a esta celebración, y han hecho un llamamiento al boicot. «Creemos que las elecciones no tienen ninguna credibilidad, en medio de una situación en la que el régimen está matando a la población. Es un insulto al proceso democrático», ha declarado Bassma Kodmani, portavoz del Consejo Nacional Sirio, la plataforma opositora más importante.

«Estamos en contra de estas elecciones, porque no tienen ninguna de las características de las elecciones libres», ha dicho, por su parte, Haizam Manna, líder del Cuerpo de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático en Siria , una figura moderada partidaria de dialogar con el régimen. «Es una especie de broma. Es una especie de propaganda para el régimen», ha indicado Haizam Maleh, un abogado de derechos humanos y uno de los opositores más veteranos. «La verdadera oposición no irá a votar», ha asegurado.

Los últimos comicios parlamentarios tuvieron lugar en 2007, y en ellos se reservaban 167 escaños al Frente Nacional Progresista, la coalición de partidos pro-régimen que incluye al gobernante Baaz. El resto se repartían entre candidatos independientes, aunque todos ellos habían pasado el oportuno filtro gubernamental. La preeminencia del Baaz fue eliminada en la nueva Constitución, aprobada el pasado febrero, y la nueva Ley de Partidos permite la creación de nuevas formaciones políticas , aunque excluye expresamente a aquellas con una base religiosa, tribal o regional ( lo que deja fuera a los partidos kurdos y a los Hermanos Musulmanes ). Desde entonces, nueve partidos han sido creados, ocho de los cuales concurren en estas elecciones.