La tía «sin papeles» de Obama se enfrenta a la deportación

Ya antes de ganar Obama las elecciones salió a relucir el caso de la tía Zeituni, quien dio dinero a la campaña de su sobrino cuando legalmente no podía hacerlo: sólo los norteamericanos legales pueden hacer donaciones electorales. Cuando el hecho salió a la luz pública hubo que explicar que el candidato no tenía ni idea de que su tía estaba en América sin papeles.

Parece que estuvo legal durante un tiempo, de 2000 a 2002. Su petición de asilo -invocando el nivel de violencia en su país de origen, Kenya- fue rechazada en 2004, lo cual en principio habría debido comportar su salida automática del país. Pero la tía Zeituni se tomó las cosas con calma. Siguió viviendo en Boston, en una casa, ojo al dato, de las que el gobierno alquila a gente necesitada.

Malas perspectivas

«Me gustaría vivir en un castillo y tener una limusina, pero no puedo; mi capital es mi salud», ha declarado en alguna ocasión, desafiante.

Ayer Zeituni Onyango, a sus 56 años, presentó el testimonio de dos médicos para apoyar que sus achaques requieren que reciba atención médica en Estados Unidos, es de suponer que confiando en que su sobrino triunfará en su afán de reformar la sanidad pública. La mujer compareció ante el juez en silla de ruedas y cuando se levantaba de ella se apoyaba en un bastón.

La vista se realizó a puerta cerrada. La Casa Blanca informó de que Obama se mantiene al margen y es partidario de que la ley siga su curso «ordinario». De ser así las perspectivas para la tía Zeituni no son muy halagüeñas: sólo 343 naturales de Kenia solicitaron asilo en Estados Unidos en 2008, y sólo se le concedió a 60.