Así son los saqueadores de Inglaterra

Sin necesidad alguna robó una televisión extraplana . Su madre, desesperada, relata que «ella no sabe por qué lo hizo, no necesita una televisión» . Por lo visto la chica tiene ya una de 27 pulgadas en su cuarto, además del televisor familiar. En la puerta de su domicilio en la avenida Rosemary, un imponente Audi está aparcado. Es el de su padre, ella tenía un Volkswagen Polo.

Ahora su familia intenta por todos los medios explicar su caso y tratar de lavar su imagen, con humildad: «Nos ha dicho que se siente como una criminal. Se repite constantemente “¿por qué lo hice, por qué?”» . Se entregó a la Policía, televisor en mano, tres días después de los disturbios. No podía dormir por su mala conciencia. Su acto de pillaje le podría costar 6 meses entrerrejas.

Bernard Moore, «El arrancaojos»

Fue uno de los primeros vándalos en entrar en prisión tras intentar arrancar un ojo a un policía durante los disturbios de Manchester . Tras un ejemplarizante juicio rápido le han caído 20 semanas de cárcel, una condena escasa para la Policía. Su perfil no responde al del joven caprichoso o pandillero encapuchado. Moore pertenece a un espectro más marginal de la sociedad. Su abogado esgrimió que estaba bajo la influencia del alcohol y las drogas cuando atacó al agente y asaltó una tienda de ordenadores. Cuando fue arrestado, amenazó al policía que le detuvo: «Iré a por ti, te cogeré cuando estés durmiendo. No te escaparás» .

Chelsea Yves, embajadora olímpica

Como embajadora de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 —un cargo representativo dentro del voluntariado—, Chelsea Ives a sus 18 años se ha codeado con el alcalde de Londres , Boris Johnson, con el jefe del comité olímpico y leyenda del atletimo británico, Sebastian Coe, o visitado la Cámara de los Comunes . Este iba a ser un gran año para ella.

Pero el pasado domingo las cámaras de la BBC la pillaron «in franganti» cuando arrojaba ladrillos como una posesa contra un coche BMW de la policía y saqueaba tiendas de telefonía móvil (Vodafone y Phones4You) en los disturbios de Enfield, norte de Londres.

Descrita como «una deportista de talento» por su abogado, su caso ha sumido en el estupor a la sociedad británica, constituyéndose en el paradigma de la sinrazón de los motivos que impulsaron a los vándalos —la mitad, menores de edad, según la Policía— a arrojarse al latrocinio. Fue su madre Adrianne (47 años) quien la condujo ante la comisaría más cercana cuando vio las imágenes de su hija arrasando una tienda. «Ha sido una difícil decisión pero hicimos lo que teníamos que hacer» , explica la progenitora. Chelsea, por su parte, ha negado todos los hechos ante la corte de Westminster y volverá a comparecer ante el tribunal de Highbury Corner el día 17 para su juicio exprés. Por lo visto ha llegado a decir a su abogado que fue «el mejor día de su vida». Ya se ha arrestado a más de 1.500 personas en todo el Reino Unido.

Hamza Abubakar, estudiante musulmán

Vive en el Moss Side, el barrio más pobre de Manchester y donde se asienta parte de la comunidad musulmana en esa ciudad industrial. De 19 años de edad, este estudiante admitió haber robado una videocámara valorada en 260 euros de la tienda Maplin. No cuenta con antecedentes policiales. Su caso responde a otro de los perfiles registrados en los saqueos: ciudadano con escasas posibilidades que aprovechó la ocasión. Permanece en prisión a la espera de sentencia firme.

Paul Obonyano, catorce semanas de prisión

Del mismo barrio desfavorecido de Manchester —que ya protagonizó hace tres décadas los peores disturbios de la ciudad hasta los registrados el pasado martes—, Paul Obonyano, de 42 años, ha sido condenado a 14 semanas de prisión por agredir a la Policía y participar en los disturbios de Market Street . En esta ciudad al noroeste de Inglatera se ha lanzado la campaña con el irónico eslogan de «Shop a looter» (Compra un saqueador) para que los ciudadanos denuncien a los vándalos.

Laura Johnson, hija de millonario

Otro de los casos paranoicos es el de la hija de un millonario que ayudó a dos saqueadores a trasladar el botín en su coche . Laura Johnson, 19 años, conducía su vehículo con el maletero repleto de televisores, teléfonos móviles, tabaco y botellas de alcohol por valor de 5.000 libras cuando fue detenida junto a dos amigos en el sur de Londres. Vive en una casa valorada en un millón de libras con pista de tenis. Es descrita por sus amigos como «educada y popular, quizá fuera un poco inocente» .