Sarkozy se juega con un arriesgado plan anticrisis sus opciones en las presidenciales
Seguro de que su estrategia es la buena, el mandatario francés acometerá la recta final de su mandato con nuevas reformas de fondo: un «IVA social» y la conflictiva tasa a las transacciones financieras
j. p. quiñonero
Nicolas Sarkozy ha decidido apostar «quita o doble» por lanzar nuevas y conflictivas reformas de fondo, en un momento en el que el actual mandatario cotiza como posible perdedor en las próximas elecciones presidenciales de finales de abril y primeros de mayo.
Impasible ... el ademán, convencido que todo ocurre como él había previsto (malos sondeos, agravación de la crisis, necesidad de reformas de fondo), el presidente Sarkozy está convencido de que las presidenciales se ganarán o perderán con la respuesta ante la crisis , esperando que su credibilidad como jefe de Estado termine por imponerse ante un candidato socialista, François Hollande , sin experiencia gubernamental de ningún tipo.
Seguro de que su estrategia es la buena, Sarkozy acometerá la recta final de su mandato presidencial, comenzado en el 2007, con nuevas reformas de fondo. A mediados de este mismo mes de enero está previsto que se celebre una «cumbre social», con la participación de sindicatos, patronal y representantes del gobierno. Se trata de «negociar» un « nuevo modelo de crecimiento económico que permita salvar el modelo social francés». Pero, a poco más de cien días de la primera vuelta de las presidenciales, Sarkozy juega con fuego electoral. Si las negociaciones terminan con algo bueno y positivo, el presidente habrá ganado puntos importantes. Si las negociaciones fracasan, el rechazo sindical puede ser temible , en lo más crudo de la campaña electoral.
IVA social
Al mismo tiempo, Sarkozy avanza dos posibles reformas muy problemáticas : instauración de un «IVA social», un impuesto del valor añadido consagrado a la financiación de las prestaciones sociales, y la aprobación de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales -la conocida como «tasa Tobin»-. Vieja promesa, rechazada sistemáticamente por la oposición socialista , el «IVA social» es un impuesto indirecto con vocación filantrópica, cuya introducción requerirá mucha pedagogía, imprevisible en plena campaña presidencial.
El proyecto de impuesto destinado a gravar las transacciones financieras tiene una larga y fallida historia, cuya negociación en solitario sería mucho más que problemática, y cuya aplicación europea ha sido sistemáticamente rechazada por Alemania .
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