La retirada de Abdulá, un secreto a voces en Kabul
«No me presento a la segunda vuelta prevista para el próximo 7 de noviembre ». Abdulá Abdulá dice adiós a la carrera presidencial y con él se lleva la poca credibilidad que le quedaba a un proceso lastrado por el fraude y la ... violencia talibán.
Siguiendo al milímetro un guión diseñado para aumentar la presión sobre Hamid Karzai, el ex ministro de Exteriores celebró un mitin con toda su plana mayor en la sede de la Loya Jirga, en Kabul, y tras cuarenta minutos de intervención en los que denunció por enésima vez la falta de garantías para evitar una nueva manipulación, anunció oficialmente su retirada. Un secreto a voces en Kabul.
Decisión «poco afortunada»
«Según la legislación electoral y la Constitución debe haber una segunda vuelta. La Constitución está clara», aseguró Daud Najafi, responsable de la Comisión Electoral Independiente, tras conocer la postura de Abdulá, aunque la comisión tiene previsto anunciar en las próximas horas si sigue adelante o no con el proceso. Desde la candidatura de Karzai calificaron de «poco afortunada» la decisión y defendieron que el «proceso debe seguir adelante, los afganos tienen derecho al voto y a que este proceso concluya». Un derecho que, si nada cambia en los próximos días, deberán ejercer el próximo sábado en una cita en la que el único candidato será Hamid Karzai.
Se allana por tanto el camino para la reelección del líder pastún, pero la legitimidad de su victoria quedará ensombrecida por el adiós prematuro del que ha sido su gran rival en las urnas. «Sólo una fuerte participación le reforzaría, aunque no es probable debido a las condiciones de seguridad», piensa el analista local Haroun Mir.
La marcha oficial de Abdulá se produjo entre los aplausos, gritos y poemas que le dedicaron los miles de seguidores que acudieron a su llamada en Kabul. El ex ministro de Exteriores aseguró que «se trata de una decisión muy dura», pero pidió a los suyos que no recurran a la violencia, ni se echen a las calles para protestar. «No pido el boicot a los comicios, que los ciudadanos hagan lo que estimen oportuno, pero no creo que vivamos en un ambiente de democracia», lamentó el ya ex candidato a la presidencia.
En tan sólo dos meses, Abdulá ha logrado forjarse una figura de hombre fuerte gracias a sus buenos resultados en las urnas (31 por ciento de los votos) y a su agresiva campaña en los medios de comunicación, que en todo momento han tenido acceso directo al líder opositor.
Su mensaje contra la corrupción electoral ha calado hondo y de ser un gran desconocido para Occidente ha pasado a recibir llamadas de Barack Obama, Gordon Brown o Hillary Clinton, y mantener reuniones semanales con diplomáticos de todo el mundo presentes en Kabul. Una estrategia radicalmente opuesta a un Karzai que apenas abandona las dependencias de su palacio presidencial. Ahora, pone al borde del precipicio unas elecciones en las que la comunidad internacional había depositado todas sus esperanzas para iniciar un cambio de estrategia en el país.
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