Mil barcos y una reina por el Támesis

Se calcula que unas 20.000 personas participarán a bordo de un millar de embarcaciones en el acto más masivo de las celebraciones del Jubileo, que será seguido por un millón de espectadores en las riveras del río.

Será la mayor flota sobre el Támesis en 350 años. Y, como no podía ser de otra manera en una exaltación de lo «British», lloverá, a cántaros según las previsiones. Al igual que llovió el 3 de junio de 1953, día de la Coronación de Isabel II, elegido en la época porque era la fecha «con menos probabilidades de lluvia del calendario».

A las cuatro de la tarde (hora peninsular), con todas las campanas del Reino Unido repiqueteando, Isabel II zarpará al frente del desfile naval a bordo del Gloriana, una barcaza fabricada a mano para la ocasión a la manera de hace 200 años y decorada con hojas de oro.

Dieciocho remeros ilustres -incluido un soldado que perdió las dos piernas en un atentado suicida en Irak en 2004- ofrecerán sus brazos para transportar a la soberana durante los 75 minutos que se calcula que dura el festejo fluvial, que navegará de Oeste a Este desde el puente de Battersea hasta la Torre de Londres, atravesando hasta trece puentes londinenses.

En Tower Bridge la reina desembarcará para observar la procesión naval desde una vieja corbeta de la Armada junto al primer ministro, David Cameron.

El príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles, los duques de Cambridge y el príncipe Enrique irán también a bordo del Gloriana, al que llegarán desde el «tender» o bote auxiliar del viejo yate real Britannia, muy querido por la reina.

Los demás miembros de la Familia Real ocuparán otras embarcaciones históricas, todas ellas amenizadas por distintas orquestas. El duque de York, las princesas beatriz y Eugenia, los duques de Gloucester y el príncipe de Kent y su esposa viajarán a bordo del Havengore, que transportó el cuerpo de Winston Churchill durante los funerales de Estado en 1965.

Cerrará la procesión naval la Filarmónica de Londres, que adaptará el programa al entorno. Así, sonará la música de James Bond cuando pasen cerca de la sede del servicio secreto británico en el puente de Vauxhall.