La reelección de Obama, un «mal menor» para Cuba
No se esperan cambios importantes en la política del embargo contra el régimen comunista
abc
La victoria de Barack Obama es un «mal menor» para Cuba , valoraron este miércoles diferentes analistas que no esperan «cambios importantes» en la política del embargo de Estados Unidos contra el régimen comunista.
«La reelección de Obama es un mal ... menor para Cuba, incluso positiva si se compara con lo que habría sido con el otro candidato», el republicano Mitt Romney , que se había comprometido a reforzar las sanciones contra Cuba, aseguró a Afp el sociólogo cubano Esteban Morales.
El académico y experto en relaciones cubano-estadounidenses agregó que «siempre es posible dialogar con una persona menos reaccionaria y más inteligente», sin «arriesgarse a pensar que habrá cambios importantes en la política americana respecto a Cuba».
«Su política ha hecho que difícilmente La Habana pueda mantener la confrontación»
Desde La Habana, el economista independiente Oscar Espinosa Chepe subrayó que Barack Obama goza de una «gran popularidad» entre los cubanos. «Su política ha hecho que difícilmente el Gobierno cubano pueda mantener el tradicional clima de confrontación para justificar la represión y la crisis económica» , señaló el exprisionero de conciencia de la Primavera Negra.
A la espera de una valoración del régimen castrista, el bloguero oficialista Yohandry Fontana -divulgador oficioso de informaciones procedentes de las autoridades- consideró que a Obama «todavía le queda mucho por hacer, especialmente el cierre de la base naval ilegal de Guantánamo y poner fin al bloqueo criminal contra Cuba».
Caso Alan Gross
Las relaciones entre Washington y La Habana sufrieron un nuevo golpe con la detención del estadaunidense Alan Gross, un subcontratista del Departamento de Estado condenado en marzo de 2011 a quince años de cárcel por introducir en la isla equipos de transmisión por satélite para la comunidad judía.
En 2008 Cuba acogió con esperanza la primera victoria de Obama -el undécimo presidente de EE.UU. que ha visto pasar la revolución castrista desde su triunfo en 1959-, pero cuatro años después el Gobierno de la isla lo acusa de haber recrudecido el embargo económico que su histórico enemigo mantiene desde hace más de 50 años, informa Efe
Y ello a pesar de que el actual inquilino de la Casa Blanca suavizó en su primer mandato las restricciones sobre las remesas y v iajes a la isla, unas medidas que La Habana valora como positivas pero insuficientes.
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