Putin encabezará la comisión de investigación del accidente
RAFAEL M. MAÑUECO
MOSCÚ. El primer ministro ruso, Vladímir Putin, será quien encabece la comisión de investigación que deberá establecer las causas del accidente de ayer, en el que murió el presidente polaco, Lech Kaczynski, su cónyuge y una nutrida delegación oficial. El hecho suscita ... no pocas suspicacias en Polonia, ya que Putin ha sido el artífice de la confrontación que Rusia y Polonia han vivido en los últimos años.
De momento, Varsovia ha exigido que la relación que la Fiscalía general rusa mantenga a partir de ahora con los órganos judiciales polacos sea «estrecha» y el intercambio de información «frecuente y completo». Moscú, por su parte, ha prometido que en las investigaciones participaran los mejores expertos criminalistas de la Fiscalía.
En la memoria
Ya hay precedentes que los polacos recuerdan con estupor. La matanza del bosque de Katyn dejó bruscamente de investigarse porque la Fiscalía Militar rusa decidió, en 2004 cuando Putin era presidente, cerrar el caso al no encontrar indicio alguno de genocidio. Fueron clasificados como «secreto de Estado» 116 de los 183 tomos que componen el expediente. Polonia recibió sólo 67 tomos.
Las desavenencias entre los dos países se intensificaron a partir de entonces y la ruptura fue definitiva cuando, durante la «Revolución Naranja» en Ucrania, el entonces presidente polaco, Aleksander Kwasniewski, acudió a Kiev para dar su apoyo personal a Víctor Yúshenko, que encabezaba la revuelta.
Al año siguiente, Rusia decretó un embargo a la carne polaca que la UE tachó de «injustificado» y que bloqueó durante mucho tiempo las relaciones entre Moscú y Bruselas. En mayo de 2005, Kwasniewski, al igual que muchos otros líderes mundiales, acudió a Moscú para participar en los fastos conmemorativos del 60 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi.
Putin glosó la contribución de las tropas aliadas en aquel triunfo pero, ante la mirada estupefacta de Kwasniewski, no dijo una sola palabra del Ejército polaco, el tercero en la contienda en número de efectivos, tras el soviético y el estadounidense.
El mayor nivel de enfrentamiento entre Rusia y Polonia se alcanzó cuando Varsovia aceptó desplegar una base de cohetes estadounidense en el marco de proyecto de escudo antimisiles que lanzó la Administración del entonces presidente norteamericano, George W. Bush. El despliegue, el pasado enero, de varias lanzaderas de misiles «Patriot» junto a la frontera del enclave ruso de Kaliningrado, antigua Königsberg, ha constituido el último episodio de tensión entre los dos países.
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