Los «pseudo-tuits» de Fidel Castro

«¿Qué son los FC?», se preguntaba de forma retórica el domingo en una reflexión publicada en la web oficial Cubadebate aunque no en la edición impresa este lunes de Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), que suele recoger todos los artículos del líder de la Revolución cubana.

Los «FC», explica Fidel Castro , son el «método» en el que el exmandatario cubano tratará de transmitir «los modestos conocimientos adquiridos durante largos años» que considera «útiles para los funcionarios cubanos responsabilizados con la producción de alimentos esenciales para la vida de nuestro pueblo», una tarea que dice compartir «gustosamente» con Talía González, «vieja amiga de los tiempos de Elián González », el niño balsero.

Apenas 53 palabras de artículo, sin contar el título, frente a las 959 de su artículo anterior en el que arremetía una vez más contra Estados Unidos. La sorprendente «economía» del lenguaje de Fidel tenía el lunes su continuación con «Conductas que no se olvidan», la última de estas «Reflexiones» que comenzó a escribir tras enfermar en 2006. En 65 palabras Castro rinde homenaje a Erich Honecker, el expresidente de la extinta República Democrática Alemana (RDA) fallecido en 1994. «El alemán más revolucionario que he conocido fue Erich Honecker (...) Me correspondió el privilegio de observar su conducta cuando este pagaba amargamente la deuda contraída por aquel que vendió su alma al diablo por unas pocas líneas de vodka».

«Guardo hacia Honecker el sentimiento más profundo de solidaridad», concluye en su críptico escrito.

¿Seguirá Fidel esta senda de pseudo-tuits? Es una incógnita. Su estilo se caracterizaba por ser precisamente lo contrario. El líder de la revolución cubana, que cumplirá 86 años en agosto, entró en el libro de los Guinness por su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1960 que duró 4 horas y 29 minutos. «Aunque tenemos fama de hablar largo, no se preocupen, Haremos todo lo posible para ser breves», dijo entonces, y quizá pensó en que lo estaba siendo, porque ocho años después pasaría a la historia con una interminable alocución de 12 horas, con apenas una pausa.

Retirado en 2006 por una enfermedad que le obligó a delegar en su hermano Raúl, Castro continuó escribiendo extensos artículos dedicados en muchos casos a alertar sobre la posibilidad de una guerra nuclear y amenazas como el cambio climático o la seguridad alimentaria.