La esperanza aperturista de Corea del Norte se sitúa en la primera dama
Tras su aparición por sorpresa, Ri Sol-ju, la esposa del joven dictador, deslumbra en el oscuro régimen estalinista y alimenta las esperanzas de cambio
La esperanza aperturista de Corea del Norte se sitúa en la primera dama
Se llama Ri Sol-ju , tiene entre 23 y 29 años y luce oficialmente el título de primera dama de Corea del Norte desde el pasado 25 de julio, cuando los medios de este anacrónico régimen estalinista revelaron que era la ... esposa de su joven caudillo, Kim Jong-un. Antes de tan sorprendente anuncio, su presencia en varios actos oficiales, que despertó todo tipo de especulaciones, demuestra el estrepitoso fracaso de los servicios de espionaje occidentales. Sorprendentemente, ni la CIA ni la Inteligencia surcoreana conocían su nombre ni tenían constancia siquiera de que Kim Jong-un se había casado .
Desde entonces, poco más se sabe sobre la misteriosa y atractiva « camarada Ri Sol-ju », salvo que participó en su adolescencia en varios actos de distensión entre las dos Coreas y que fue cantante. Al menos, así se sospecha al ver unos vídeos en Youtube que muestran a una muchacha con el mismo nombre y un aspecto muy similar como vocalista de la Orquesta Unhasu, así como unas fotos tomadas en septiembre de 2005 durante una competición deportiva en la ciudad surcoreana de Incheon.
Al margen de todas anécdotas, las expertos se preguntan si la aparición de Ri Sol-ju es un signo más de los aires de cambio – todavía tímidos – que podría traer el nuevo dictador norcoreano, que sucedió a su padre, el « Querido Líder » Kim Jong-il , cuando éste falleció en diciembre. El mes pasado, el «Joven General» destituyó al jefe del Estado Mayor, Ri Yong-ho , y se hizo con el control absoluto del Ejército , al parecer para arrebatarle la gestión de la arruinada economía nacional y, como confesó a un alto cargo chino, mejorar la vida de su pueblo . Resistiendo como la última frontera que queda de la « Guerra Fría », la aislada Corea del Norte se ha basado hasta ahora en la política « songun » de primacía militar para mantener un Ejército dotado con más de un millón de soldados. Mientras los 24 millones de norcoreanos sobreviven con cartillas de racionamiento , el régimen de Pyongyang se gasta una fortuna en su programa nuclear y en cohetes espaciales que luego estallan en el aire a los pocos segundos de ser disparados, como ocurrió en abril durante el centenario del «padre de la patria» y abuelo del joven dictador, el «Presidente Eterno» Kim Il-sung.
Rompiendo con la costumbre de sus predecesores, que mantenían en el anonimato a sus parejas , Kim Jong-un suele aparecer acompañado por su esposa en actos que antes serían impensables. Sin duda, el más sonado de ellos es el concierto en el que personajes disfrazados del ratón Mickey, Minnie, el Tigre de Winnie the Pooh y uno de las enanitos de Blancanieves saltaron al escenario para bailar al ritmo del grupo Moranbong mientras las pantallas proyectaban escenas de «Dumbo», «La bella y la bestia» y otros clásicos de Disney.
La semana pasada, la primera dama de Corea del Norte fue «cazada» en una foto con su marido y otros altos mandos militares con un bolso de Christian Dior , que costaría más de 1.000 euros. Como ocurre con otros regímenes totalitarios, ya se intuía el lujo y despilfarro en que vive la privilegiada élite norcoreana, pero no ha dejado de sorprender tan evidente muestra de ostentación en un paupérrimo país que intenta superar la « Gran Hambruna » de los años 90 y donde, según la ONU, tres millones de personas necesitan comida y ayuda humanitaria.
Según informó el Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur a un grupo de diputados, Kim Jong-un se habría casado en 2009 para proyectar una « imagen estable » tras suceder a su difunto padre. «Junto a la lucha de poder que delatan los recientes movimientos en el Ejército, es probable que haya más cambios porque Kim Jong-un está consolidando todavía su poder», explica a ABC Kim Tae-woo, director del Instituto de Unificación Nacional de Corea, próximo al Gobierno del Sur.
¿Contribuirá la primera dama a tales cambios? En la oscura Corea del Norte, la mera presencia de Ri Sol-ju ya deslumbra y alimenta las esperanzas de su apertura.
Ver comentarios