triunfo del centro-derecha

La crisis acaba con seis años de Gobierno socialista en Portugal

Passos Coelho, centro derecha, será el nuevo primer ministro al frente de un gobierno de coalición con la derecha que tendrá una cómoda mayoría

La crisis acaba con seis años de Gobierno socialista en Portugal EFE

BELÉN RODRIGO

El líder conservador Pedro Passos Coelho será el nuevo primer ministro portugués después de su clara victoria en las elecciones legislativas celebradas ayer en Portugal. Según los sondeos a pie de urna, el partido socialdemócrata (PSD) —de orientación centroderecha— obtuvo entre un 37 y un ... 42% de los votos. El Partido Socialista (PS) sufrió un duro retroceso (entre el 26 y el 30% ) y la derecha del CDS-PP se consolida como la tercera fuerza política ( entre el 11 y el 15%).

Todo apunta a un gobierno de coalición entre el centroderecha y la derecha para conseguir una cómoda mayoría parlamentaria. Los comunistas mantienen el número de diputados mientras que la izquierda más radical (BE) fue otra de las grandes derrotadas de la jornada. La abstención fue la nota negativa superando el 40%, más que en los últimos comicios. Antes del cierre de los colegios electores, entre los dirigentes socialistas ya se hablaba de luchar «por una derrota honrosa».

Estaba claro que la noche no traería sorpresas y que el partido socialdemócrata (PSD) sería el vencedor de la velada electoral. En el hotel Sana Lisboa, donde Passos Coelho seguió el recuento de votos, el ambiente era de fiesta según acababa la tarde. Con las primeras previsiones estalló la euforia porque Passos Coelho conseguía el mejor resultado del partido desde las mayorías de Cavaco Silva.

Pocos incidentes

«Va ser posible un proyecto de esperanza que traiga más ambición y que nos permita salir de esta situación tan delicada», fueron las primeras reacciones del PSD en la voz de su secretario general, Miguel Relvas. Por su parte, el PS reconoció que estos resultados representan «un giro», según el director de campaña Vieira da Silva. «Los resultados son claros, todos apuntan a un victoria del PSD y una derrota del PS. Estos resultados representan un giro político en el país».

La jornada electoral trancurrió con normalidad aunque se produjeron, tal y como se había anunciado, boicots en pequeñas localidades. Protestas que trataban de reivindicar servicios e infraestructuras en las zonas más desfavorecidas del país. Al mediodía menos de un 20% de portugueses habían ejercido su derecho al voto y a las 16 horas el 42%, tasas inferiores a los comicios del 2009. La lluvia esperada para el día de elecciones se adelantó 24 horas y acabó por ser un domingo de sol y playa en muchas zonas del país.

«Todo está perdido», afirmaba a ABC una fuente del partido socialista en el cierre de campaña. La última semana no había sido nada fácil para el primer ministro José Sócrates quien, a pesar de intentar transmitir un mensaje optimista y asegurar que confiaba en la victoria, veía cómo poco a poco se esfumaban sus posibilidades de ser de nuevo elegido primer ministro.

Con la imagen muy desgastada desde el inicio de su segunda legislatura, el primer ministro en funciones ha mantenido hasta el final la lucha por ganar la que ha sido su última batalla. Durante semanas los sondeos indicaban empate técnico que acabaría con una ventaja a favor de Pedro Passos Coelho después del cara a cara televisivo.

Sócrates dimite Un duelo mediático en el que hubo un inesperado ganador, el líder conservador. En en debate mostró una imagen hasta el momento desconocida, haciendo frente al «animal político» José Sócrates. Tras una primera semana de campaña en la que Passos Coelho se esforzaba por responder a las palabras de su adversario, en la recta final cambió la estrategia y empezó a hacer su propia campaña, pidiendo mayoría absoluta.

Mientras, José Sócrates insistía en culpar a la oposición de la petición de ayuda financiera y de la crisis política, un discurso que no le ha servido para mejorar su imagen desgastada. La incógnita sobre su futuro no duró mucho, y ayer por la noche Sócrates admitió su derrota y anunció su dimisión como líder de los socialistas portugueses. La derrota ha sido mucho más dura que lo esperado y en su entorno creen que lo más probable es que Sócrates intente irse por una temporada fuera del país, para cerrar las heridas, mientras se abre el proceso de sucesión.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios