La Policía alemana tiene pruebas de que Madeleine murió en Portugal

Las nuevas pruebas encontradas servirían para apuntalar la acusación contra Christian Brueckner , ciudadano alemán que desde 2019 se encuentra cumpliendo una condena de 7 años de cárcel por la violación de una mujer estadounidense de 72 años que cometió en 2005. El sujeto, que posee un extenso historial criminal que incluye robos en hoteles, condenas por abuso sexual de menores y posesión de pornografía infantil, quedó vinculado al caso McCann tras ser señalado por un testigo. Según este último, Brueckner se habría jactado, mientras estaba borracho en un bar, de que sabía de primera mano lo que sucedió con Madeleine. Posteriormente pudo demostrarse gracias a la conexión de servidor de su teléfono móvil que estuvo a muy pocos metros y a la misma hora de la casa en la que fue raptada la pequeña Maddie.

En un primer momento, los fiscales alemanes pensaban que Brueckner había trasladado a Madeleine a Alemania desde Praia da Luz, donde la familia McCann estaba pasando aquellas fatídicas vacaciones. Sin embargo, el fiscal Hans Christian Wolters , que dirige la investigación del caso en Alemania, afirma ahora que la Policía está convencida de que la menor murió en Portugal , según han publicado medios británicos. Wolters considera que la investigación, estancada durante años, está dando ahora grandes pasos gracias a que han logrado reunir «nuevas evidencias que se suman al caso» con las que su equipo está construyendo una acusación contra el principal sospechoso, al que esperan poder señalar a finales del verano. Se trata de pruebas que «se suman a la teoría de que él es el responsable». «Siempre hemos insistido en que el hombre que identificamos como el principal sospechoso es el hombre que creemos que cometió el crimen y no buscamos a nadie más», ha dicho Wolters, que asegura sentirse «optimista» de cara a la resolución del caso.

La investigación sobre el paradero de la menor no arrojó ninguna pista sólida en el transcurso de los últimos 13 años. Sin embargo, en junio del 2020 las autoridades alemanas anunciaron ya sin dudas la identificación del sospechoso Christian Brueckner . A pesar de que la pandemia ha contribuido a ralentizar una investigación ya de por sí extendida a lo largo de años, los fiscales alemanes han continuado sus pesquisas y están ahora ya seguros de que la niña fue asesinada en Portugal . Este enfoque contrasta con el trato que la Policía británica utiliza en la investigación del mismo caso, ya que en Reino Unido el caso Madeleine pertenece al grupo de investigaciones sobre personas desaparecidas, mientras que la policía alemana investiga desde hace ya tiempo un asesinato.

Mientras tanto, Christian Brueckner guarda silencio . Los fiscales alemanes han impedido por medio de interposición de nuevas denuncias que salga de prisión, algo que podía haber sucedido por haberse cumplido ya la proporción correspondiente de la condena por la que sigue en la cárcel. Su abogado, Friedrich Fülscher, ha solicitado traslados que fueron denegados, alegando que su integridad corría peligro en prisión. Las autoridades han optado por condiciones de aislamiento que lo protejan de supuestos ataques de otros presos. En la actualidad, solo puede salir de su celda en compañía de algún funcionario de prisiones y a horas diferentes del resto de los detenidos.

Los dos abogados del sospechoso que estaban inicialmente encargados de su defensa renunciaron sin dar explicaciones y han sido reemplazados por otros dos defensores que amenazaron con enjuiciar a conocidos de su cliente que lo describieron en declaraciones a medios alemanes como una persona agresiva y sospechosa del asesinato de Maddie . La Fiscalía de Brunswick, responsable del caso, insiste en que ha sido condenado en varias ocasiones por violencia sexual a menores, lo que da ya un perfil sospechoso, y se mantiene por lo tanto en sus declaraciones. Los fiscales están también bastante seguros de que habría entrado en el apartamento de los McCann para robar pero cuando estaba dentro, habría decidido llevarse a la pequeña. Investigan además otra desaparición de una niña de la misma edad y características físicas que Maddie en Alemania que guarda grandes similitudes con el caso y que creen poder atribuir al mismo sospechoso, lo que indicaría que después del asesinato de Madeleine, habría repetido los mismos hechos en suelo alemán.