Piden la dimisión de Borrell «por dejarse humillar» en Moscú

El estonio Riho Terras, del grupo Popular, que ha sido jefe del estado mayor de su país, ha enviado una carta a la Comisión que han suscrito ya medio centenar de parlamentarios, pidiendo a la presidenta, Ursula von der Leyen, que gestione su destitución ante el Consejo «si el señor Borrell no dimite por su propio pie» porque «la visita a Moscú fue en sí misma un desastre total». A su juicio, el Servicio Europeo de Acción Exterior (EEAS) «puede querer dialogar, pero si uno está jugando al hockey sobre hielo, el otro no puede andar descalzo. Y eso es lo que ocurrió en Moscú. Que el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia jugó con el señor Borrell, lo humilló, atacó a nuestros aliados, a Estados Unidos, y a la Unión Europea. Así que espero que Borrell comprenda lo humillante que ha sido y dimita como lo hizo el comisario irlandés Phil Hogan por delitos mucho menores», como asistir a una cena en su club de golf durante el confinamiento.

Por ahora, la presidenta de la Comisión ha decidido apoyar ante estos ataques a Borrell, que en su blog personal ha calificado la rueda de prensa del viernes en Moscú como « agresiva ». La visita según la versión oficial pretendía llevar un «mensaje claro y rotundo» a Moscú sobre la necesidad de que el régimen ruso respete los derechos humanos pero «las autoridades rusas no han querido aprovechar esta oportunidad para mantener un diálogo más constructivo con la UE. Si bien no es del todo inesperado, esto es lamentable, también, me atrevo a decir, desde una perspectiva estratégica rusa. Como UE, tendremos que extraer las consecuencias, reflexionar detenidamente sobre la dirección que queremos dar a nuestras relaciones con Rusia y proceder de manera unida y decidida».

El portavoz de Borrell, Peter Stano, justificó la actitud del Alto Representante, aguantando el tipo ante las graves humillaciones por parte de Lavrov, en el hecho de que no conoció la expulsión de los diplomáticos europeos hasta después de la conferencia de prensa y porque «lo que puede parecer ingenuidad es en realidad cortesía y moderación, que forman parte de la cultura europea» incluso en política exterior.

Los críticos con la gestión de esta visita no lo ven así y Terras insistía ayer en que espera que «nuestra carta haga comprender a la Comisión que es necesaria una política europea unificada respecto a las relaciones con Rusia, mientras que ahora cada uno juega sus propias cartas y eso no es aceptable».

«Uno de los pasos seguro sería que Alemania diera ejemplo y saliera del proyecto absolutamente criminal del Nord Stream 2 », un gasoducto que unirá Rusia con Alemania sin pasar por Polonia o Ucrania. Los países que se sienten más amenazados por Moscú consideran esta infraestructura como un error estratégico, pero la realidad es que se ha convertido en esencial para el futuro energético del país más importante de la UE.