Sandy Hook, un pueblo invadido por la prensa

«En Sandy Hook nunca pasa nada», explicaba Donna Venner . Esta profesora seguía sorprendida por la cantidad de personas que el fatídico suceso había traído a la ciudad. En la arteria principal del pueblo, una estrecha calle de doble dirección que en un tramo transcurre por encima de un pedregoso río, los visitantes se encontraron con embotellamientos de hasta media hora para avanzar poco más de 500 metros.

En Sandy Hook, una población de poco más de 10.000 habitantes, no hay hoteles y el ocio se limita a un par de restaurantes y bares. La matanza cometida por Adam Lanza ha puesto Sandy Hook y el distrito al que pertenece, Newtown, en el mapa. Sin embargo, algunos de sus vecinos no le ven ninguna ventaja . No son pocos los que opinan que la constante atención y el escrutinio que sus habitantes han vivido los últimos 4 días ha introducido la ciudad en una burbuja que amortigua la dureza de lo sucedido. «¿Qué pasará cuando todo el mundo se vaya?» , le preguntó una vecina a una amiga con quien se detuvo a charlar en una de las calles de la localidad.

Pronto Sandy Hook dejará de ser la prioridad de las cadenas informativas. Los focos se apagarán, la prensa se marchará y las muestras de cariño dejarán de llegar . En ese momento de sosiego y silencio será cuando el idílico pueblo de Nueva Inglaterra podrá buscar su nueva normalidad.